Breverías
1961
Las que más logré amar, me abandonaron,
y a las que me adoraron, olvidé.
Si quienes han amado, fracasaron,
¿a qué tanta esperanza, tanta fe?
1962
Tantas cosas nacidas y aceptadas,
tantas impuestas, nunca requeridas,
tantas soñadas, pero no vividas,
y tantas otras muertas u olvidadas.
La vida se nos dio, sigue un programa
que aceptamos y apenas se retoca;
al fin se nos diluye, o desemboca,
o se apaga sin más, como la llama.
1963
No sé por dónde voy, me empujan vientos
a los que inútilmente doy la cara;
no logro echar raíces ni cimientos,
y el paisaje, al pasar, se me dispara.
Colinas, ríos, mieses y arbolado,
son pinceladas prófugas, difusas,
sobre un lienzo invisible, prolongado,
haciendo mis ideas más confusas.
1964
Guarda el secreto oscuro, amiga mía,
el que tú sabes sin que lo dijera,
el mismo que tú tienes, y que un día
yo, con sólo mirarte, descubriera.
Pienso que somos ramas paralelas
del mismo tronco, idénticos archivos
de la misma opinión, almas gemelas
con las mismas miserias y objetivos.
1965
Siempre esperó, desesperadamente,
y no pude llegar, mis pies clavados;
ella, espíritu azul de adolescente,
yo, corazón y brazos mutilados;
ella, tan natural, tan transparente,
y mis impulsos tan inadecuados.
Nunca logré escapar del aislamiento
que yo me impuse ayer, y hoy lo lamento.
Sonetos
1978 - Tiéndete
Tiéndete una vez más, blanca, desnuda,
en íntima ansiedad, como otras veces.
Aunque sólo eres sombra, te estremeces,
y el idilio de antaño se reanuda.
¿Eres sombra en verdad? La sombra es muda,
ajena a iniciativa, a insensateces,
y tú gimes, te adhieres, enloqueces,
suave, y endurecida, y puntiaguda.
Sombra o mujer, al fin te yuxtapones,
manual experto en todas las funciones;
mujer, mujer, definitivamente.
¿Mujer? No sé. La mano te percibe,
mas también te transforma y circunscribe
a otra piel en el fondo de la mente.
Los Angeles, 6 de noviembre de 2008
1979 - Playa
Tan espectral me pareció la playa,
tan desolada, en mi última visita
como rendida orquídea que, marchita,
sobre el borde del vaso se desmaya.
Sigue subiendo la marea, ensaya
golpes de azul y blanco, y deshabita
cada huella marcada en cada cita
sobre la arena de oro. La atalaya,
desde su alto rocoso, reconoce
las siluetas ahogadas, cada roce,
cada pie, cada trazo, cada gesto.
Todo allanado ya, todo perdido
en el agua insensible del olvido;
playa desierta, cómo te detesto.
Los Angeles, 8 de noviembre de 2008
1980 - Desintegración (I)
Estaba triste la mujer, nublada
como una primavera silenciosa
sin luz y sin color, como la esposa
casi al pie del altar abandonada.
Independiente al fin, pero cansada.
Su amor prohibido, llama luminosa
en la contienda amarga, dolorosa,
palidecía en esta encrucijada.
Lo sopesaba menos relevante,
más con sabor de amigo que de amante,
rémora ya lo que era fortaleza.
Tantas opciones nuevas le ofrecía
la vida libre a la que amanecía…
¿por qué, cómo, de dónde su tristeza?
Los Angeles, 9 de noviembre de 2008
1981 - Desintegración (II)
Pero también rozaba efervescencia:
Rigor de tantos años, abolido,
amante de unos pocos, en despido,
y el tiempo, su exclusiva pertenencia.
Temor también. La propia subsistencia
recae sobre sus manos; cada ruido
en la casa, en la calle, es un latido
que transforma su ritmo en turbulencia.
Pero el mañana es suyo, o así cree;
vendrá otro amor que le garabatee
fantasías abstractas en la piel.
Y olvidará cuanto le dio el pasado.
Pero verá que lo recién hallado
tiene más de amargura que de miel.
Los Angeles, 10 de noviembre de 2008
1982 - Desintegración (III)
Ruedan los días; cada sueño expira
de disconformidad, de agotamiento;
la intimidad deviene alejamiento,
y la franqueza, máscara o mentira.
El amor no es remanso, fluye, gira,
busca otro río, va hacia el mar; es viento
vagabundo, sin normas, desatento
a quien le ofrece el rostro y le respira.
A veces fantasea con su fuente,
que tan atrás quedó, con la vertiente
que abandona al pasar, y le acompaña;
y sobre todo con la torrentera
que le abocó una clara primavera,
que un día rechazó, pero aún extraña.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2008
1983 - Desintegración (IV)
Si tendiera la mano al ex amante
que electrizó su mente y su libido…
Si cuanto ayer quedó desvanecido
resurgiera tangible en un instante…
Si el reloj de tictac itinerante
desandara el camino recorrido…
Si lo que en otro tiempo fue vivido
recobrara su ritmo apasionante…
Mas no, mujer, que la fortuna trota
delante de nosotros, y se agota
la coyuntura que nos dio y cedemos.
El amor que se tuvo y se abandona
se aventura a emigrar a otra persona,
y el dolor que sembramos recogemos.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2008
1984 - Desintegración (V)
Inmóvil en su punto de presente,
Jano bifronte, proverbial ventana
abierta hacia el ayer y hacia el mañana,
y en cada dirección, ambivalente.
Lo antiguo conocido, transparente,
y lo nuevo enigmático: ¿Quién gana?
Lo que fue ni diseña ni se hermana
a lo que puede ser, aunque se intente.
Las huellas del camino abandonado
no pueden encontrarse, se han borrado,
y el retroceso no resuelve nada.
Y así, mirando atrás y hacia delante,
bruma y oscuridad, y sin amante,
estaba triste la mujer, nublada.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2008
1985 - Grite la vida
La vida es carnaval, nos desordena
su atronadora, anárquica algazara,
como si en embriaguez nos invitara
a su orgía de risas y de pena.
Porque es gozo y dolor, monstruo y sirena,
lúgubre noche y alborada clara,
que sólo un muro artificial separa,
aunque la selección nos encadena.
Yo te he elegido a ti por mil razones,
si bien silencio y llanto en ocasiones,
fuiste también, y sobre todo, gozo.
Grite la vida acción y algarabía;
contigo en soledad y compañía,
sólo contigo en júbilo y sollozo.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2008