Breverías
2106
Abrazarse a la noche de los silencios puros,
comprimiendo la sombra que sin tocar nos toca;
formularle caprichos en vocablos oscuros
que adivina, no entiende, pero la descoloca.
Desnudarse al reflejo de los ojos trigueños
que de frente nos miran, aun sin estar presentes;
y apropiarse del cuerpo que nos visita en sueños,
por los medios más blandos, y más irreverentes.
Ay, si fueras contorno de sólidos relieves,
para moverme al ritmo sensual con que te mueves.
2107
Se evapora el aroma que otrora fuera mío,
aunque de ti emanara, pues tú igualmente lo eras;
sigo aspirando ráfagas de brisa, y desconfío
de percibir en ellas tu olor de primaveras.
Como si una pantalla enemiga bloqueara
la interacción entre ambos, levantando barreras,
dilatando el espacio glacial que nos separa.
2108
Me refugio en la historia, como si otros amantes
hubieran conquistado su bienaventuranza;
y la historia, esa noche de mil años sangrantes,
ni alborozo me infunde ni en la fe me afianza.
Ni Romeo ni Hamlet ni Abelardo ni Orfeo,
lograron su objetivo, no obstante afán y entrega;
amaron y perdieron, inútil galanteo.
La vida, esa ramera que se ofrece y se niega.
2109
Todavía te observo en el espejo.
Estás, pero no estas. Surges y flotas,
alma sin cuerpo, de sutil reflejo,
fantasma afable entre paredes rotas.
No queda más de ti. Ya no me quejo.
Cansado estoy de cíclicas derrotas.
Dejo que me acompañe esa figura
que eres tú y no eres tú. Sin amargura.
2110
No volverá a la vida, sigue muerta,
hoja de otoño en campos y senderos,
incapaz de abrazar la antigua rama.
Múltiples rutas, pero meta incierta,
y tantos, tantos, tantos viajeros
con diferente y único programa.
Sonetos
2146 - Todo (I)
La belleza del cosmos se derrama,
catarata integral, desde su altura,
sobre mis propias amplitud y hondura,
en sonido, color, aroma y llama.
Soy ya una primavera que reclama
tu voluptuosidad; soy la angostura
que por ti se ha de abrir, y la envoltura
que te circundará sobre la cama.
Mi afán es radical, no lo disfrazo
de la simple inocencia del abrazo;
voy mucho más allá de tus umbrales.
Mi espíritu y mi piel, en firme nexo,
yunta son que en el campo de tu sexo
trazarán surcos íntimos, vitales.
Los Angeles, 18 de julio de 2009
2147 - Todo (II)
Cada palabra, todo tu lenguaje
de voz, de gesto, insinuación, mirada,
es errática ráfaga, cansada
de repetir idéntico mensaje.
Seguirás tu camino; mi viaje
era hacia ti, sendero y arribada;
pero hoy te digo adiós; quede truncada
la conexión, y el alma se amortaje.
Pero no para siempre; todo pasa.
Amaina el vendaval que más arrasa,
muere la llama, se derrite el hielo.
También el alma, en orfandad sangrienta,
llega a extender las alas, e implementa
su nuevo plan de acción en pleno vuelo.
Los Angeles, 18 de julio de 2009
2148 - Todo (III)
Cuanto he vivido, soledad o abrazo,
gozo o dolor, tristeza o algazara,
me identifica, más que me separa,
con la persona que me niega el brazo.
Es mi hermano, a pesar de su codazo,
a pesar del insulto que dispara,
o de la indiferencia que enmascara,
y que yo mismo en ocasión disfrazo.
Ramas del mismo tronco hemos nacido,
sólo nos diferencia el apellido,
aunque insistamos en diferenciarnos.
Todos copias del mismo prototipo,
aunque ignorantes de obras en equipo,
y en decidida oposición a amarnos.
Los Angeles, 18 de julio de 2009
2149 - Todo (IV)
Me llamaron, y fui. Cada sendero
desplegaba una magia diferente,
ya rebelde, perversa o inocente,
pero en ninguno me hice forastero.
Ágil de paso, maletín ligero,
y sin programa perfilado en mente,
llegué, me di, tan fiel e íntegramente
como quien fragua enlace duradero.
Ah, el poder perentorio del instante,
con su rotunda convicción de amante
que piensa en todo menos en mañana.
Pero al llegar a ti quise que fuera
absoluto y final, de vida entera,
cerrando a todo mi última ventana.
Los Angeles, 19 de julio de 2009
2150 - Todo (V)
Te doy el beso que a gentil doncella,
temerosa, inexperta, le daría;
te impartiré la súbita alegría
que mi semblante a tu fervor destella;
y he de ofrecerte un tacto que atropella
mandamientos, modestia y cobardía,
adueñándose de esa anatomía
que intentas proteger de extraña huella.
Entre tantas opciones extendidas,
¿a cuál, mujer de sábanas dormidas,
se extenderá tu mano temblorosa?
Y la muchacha de mirada clara,
pensó un momento, como si dudara.
“A todas”, dijo, casi temerosa.
Los Angeles, 19 de julio de 2009
2151 - Todo (VI)
Como se abren las rosas, o la aurora,
o en explosión de pétalos tempranos,
me nació una mujer entre las manos,
alma de hiedra, densa, trepadora.
Una mujer de las de aquí y ahora,
con urgencia de tactos artesanos,
pero sin prisas; sus primeros planos,
prontos y abiertos, hambre que devora.
Me crecía en los miembros, en la mente,
nudo a mi voluntad, tan absorbente,
tan avasallador, tan de mi agrado.
Me negó el movimiento, lo hizo todo.
Aunque ese no es mi estilo, me acomodo.
Mañana giraré hacia el otro lado.
Los Angeles, 20 de julio de 2009
2152 - Todo (VII)
Todas las voces claman en mi oído
su nombre transparente, centelleo
sobre playas de azul, revoloteo
de gaviotas en aire adormecido.
Nombre que sólo yo hubiera tañido
como campana de oro, al alboreo
de mi segunda juventud, sondeo
integral del amor y la libido.
No logro escuchar otro. Martillea
penetrante y tenaz sobre la idea
de que jamás oiré otro nombre así.
Transmigra el ánsar, fluyen los rumores,
se ajan las rosas, mueren los colores,
pero ese nombre no se va de mí.
Los Angeles, 20 de julio de 2009
2153 - Todo (VIII)
“I’ll trade all my tomorrows
for a single yesterday”
(Me and Bobby McGee)
Los días vienen, y se van los días,
sin a veces dejar huella ni gloria;
en placidez se viven, o en euforia,
y al fin se llevan nuestras energías.
A tu lado exploré las galerías
más hondas que recuerda mi memoria;
días de calma y trueno, de una historia
de amor, y de erotismo, y de osadías.
Pero también se disolvió en derrota.
Oh, quién bebiera, aún siendo gota a gota,
del agua clara que llegué a perder,
que no saben dotar otras fontanas;
renunciaría a todos mis mañanas
por recrear contigo un solo ayer.
Los Angeles, 21 de julio de 2009