Breverías
2276
A la mente le ruego que te olvide,
que disipe tu imagen, que sofoque
el eco de tu voz, que aún persevera.
Y me responde que ella no decide,
que sólo el corazón, frente a un estoque
penetrando en sus músculos, pudiera.
2277
Leñador persistente, el tiempo abate
la vida que dio al árbol su belleza,
desangra su humedad, lo descorteza,
y extingue el pulso que en su tronco late.
Yo tuve un árbol en tu fe arraigado,
crecido en casi bosque su ramaje,
y es hoy espacio hueco en el paisaje,
tras ser astilla, hollín, fuego apagado.
2278
Nunca tu amor se me hace suficiente,
pues mi capacidad de recibirlo
se dilata, como hace el universo.
Amplía, intensifica, que envolvente
tu espíritu me englobe, y al sentirlo
conjugue lo divino y lo perverso.
2279
Cuando te amé, cuando me amaste, el mundo
no era nada, un corpúsculo, una idea;
y hoy que el amor es fuego moribundo,
sigue siendo un erial que me rodea.
2280
No es quien se aferra al desertor más fuerte;
fluyen las cosas, el amor se esfuma,
somos ríos, o nubes, o sonidos.
La fortaleza está en desentenderte
de quien se va ausentando, aunque consuma
lo que te queda de alma y de sentidos.
Sonetos
2360 - Ama en insensatez
Ama sin brújula, timón ni estrella,
que adonde vas ni mapa ni sendero
ha de hacerte más breve el derrotero,
ni más real la meta, ni más bella.
No imprimirán tus pies estela o huella,
ni lograrás desentrañar primero
el misterio en ti mismo prisionero,
ni descifrar las luces que destella.
No se va hacia el amor. Su emplazamiento
es ajeno a perímetro y momento,
y en arbitrariedad se manifiesta.
Ama en insensatez desesperada,
y tendrás a tu paso una emboscada
que tan sólo requiere tu respuesta.
Burgos, 4 de mayo de 2010
2361 - Lejos
Desángreseme el alma en agonía
bajo los paradójicos hachazos
que me astillan en ásperos pedazos
esta carne que es tuya y llamo mía.
Qué lejos del arroyo de alegría
vertida sobre mí, de los abrazos,
asedio en espiral, sin ramalazos
de repudio, o feliz galantería.
Lejos es no ver ya cuanto se tuvo,
jamás volver a andar donde se anduvo,
no percibir fervor, aliento y tacto.
Lejanía, fatídica opresora,
destierro espiritual que me devora
la fe, dejándome el dolor intacto.
Burgos, 5 de mayo de 2010
2362 - Entre el beso y el sudario
He vivido entre el beso y el sudario,
tan cerca uno del otro, tan vibrantes,
y en su diversidad tan semejantes
que en ambos rige el mismo formulario.
Recorre el beso ambiguo itinerario,
abocando a defensas o desplantes,
nacer para morir, que en los amantes
si es triunfo, es del fracaso tributario.
Quien alcanza a besar tienta a la suerte;
tras el calor del beso está la muerte,
su rostro en gesto descarnado y frío.
Se piensa que se vive o se renace,
mas pronto el sueño oscila y se deshace
ya bajo el propio o el ajeno hastío.
Burgos, 6 de mayo de 2010
2363 - Hoy abracé a tu hijo
Hoy abracé a tu hijo. Qué elocuente
su espalda entre mis manos. Fue la vida
que fluyó por tu vientre, que dormida
colgó de tus pezones, inocente.
Yo la palpé otro tiempo, y de repente
me pareció sentirla entretejida
a su piel juvenil, gozo y herida
en confuso relevo en alma y mente.
El fue detonador hoy; otras veces
surges en desnudez, te desvaneces,
vuelves arrolladora, te retiras,
y no sé a dónde vas, o por qué vienes,
ni cómo en mi añoranza te mantienes,
tú, que eres de verdad y de mentiras.
Cantabria, 10 de mayo de 2010
2364 - Ríe, mujer
Ríe, mujer, mitiga los dolores
que la vida antagónica te envía;
álzate en plataforma de ironía,
degüella buitres, sueña ruiseñores.
Germinen rosas tus alrededores
desprovistas de espinas, y una orgía
de empeños en sensual galantería
siembre en tu piel redoble de tambores.
Deja estallar el polvorín de gozo
dormido en el sombrío calabozo
de tu naturaleza precavida.
Abre todas tus puertas y ventanas,
lanza a vuelo triunfante las campanas
y aprende alegre a bendecir la vida.
Cantabria, 10 de mayo de 2010
Poemas
Re-creación
Escucho el cambio de las estaciones
al estar a tu lado.
Antes de ti, sin fin se sucedían,
percibidas tal vez, mas como abrazos
que otros se dieran,
como quien sigue ajeno itinerario.
Pero son música y color contigo,
penetrándome a truenos y relámpagos.
La primavera, sinfonía en verde,
adagio en oro y júbilo el verano,
el otoño, sonata de vendimias,
y el invierno, elegía en gris y blanco.
El año era concierto inexpresivo
de monótonos cantos,
arroyo cuyo flujo se repite
en invariable ritmo, campanario
de repique insistente,
resbaladizo sobre el arbolado.
Y me lo hiciste nuevo cada día,
todo sin estrenar bajo mis párpados,
sonidos vírgenes a mis oídos,
inéditos matices, fresco tacto.
Era constante renacer del mundo
cada alborada para mí inventado.
Oh, todopoderosa creadora,
el orbe, antes de ti, desorden, caos.
Madrid, 30 de abril de 2010
Sombras de ayer
“A cuantos participaron en la representación
de La Asamblea de los Muertos”
De entre la niebla del pasado emergen
controvertibles, imprecisas formas,
a paso lento, erráticos fantasmas,
filtrados por las grietas de la historia;
crepúsculo de damas y guerreros
cabalgando a la luz desde la sombra.
En evasión gradual de la leyenda
que sus propias figuras desmorona,
se adelantan al tiempo, y martillean
los rancios mitos de las viejas crónicas:
Bellido, Arias Gonzalo, Doña Urraca,
Diego Ordóñez, combates, ceremonias.
Doblan estremecidas las campanas
de iglesias y abadías, e incorporan
a sus tañidos lúgubres la queja
de afrenta secular, cíclica estrofa.
Almas en pena son. Vagan perdidas
por callejas y plazas, en forzosa
deportación del venerable entierro
que reserva a los héroes la gloria;
y reivindican para sí el espacio
negados por anónimos rapsodas.
Su grito silencioso corta el aire
con el tono vital de la congoja
de quien siglo tras siglo ha soportado
la ignominia cruel y la derrota.
Su paso lento, rítmico, resuelto,
sin reverberación en las baldosas,
resuena cada día más potente
en las mentes despiertas de Zamora.
Zamora, 4 de mayo de 2010
Cita
Me convocó a su casa, me recibió desnuda,
frontal ofrecimiento tras la bata entreabierta;
su piel era alarido de sexo, mas la duda
se le instaló en la mente cuando cerró la puerta.
Besé sus labios húmedos, devolviéndome un beso
sin convicción profunda, como quien intentara
dar los primeros pasos pensando en retroceso,
como si en lo más íntimo su cristal se quebrara.
Y empezaba a quebrarse. No demandé razones;
a cada cual le llega su actitud vacilante,
su pisada insegura, sus grietas, sus opciones;
no en todos hay aplomo ni madera de amante.
Ni en todos hay empeño, ni voluntad de ruego.
¿De qué sirve la súplica? Las cosas se plantean
y después se ejecutan; el titubeo es juego
de quienes no caminan, tan sólo merodean.
No era joven bisoña, sino mujer madura,
de las que se proponen, deciden y realizan;
porque ¿de qué nos sirve soñar una locura
si su atracción y gloria se nos volatilizan?
Si hubo sueño en su mente, desvaneciose en bruma,
si temblor en sus muslos, dormiría en su mano,
si el sexo fue oleaje, se le tornó en espuma,
y el arte de sus labios volvióse puritano.
Su afán voluptuoso, alfanje ya envainado,
quedó en los blancos pliegues de su albornoz disuelto;
me ausenté de su casa, ni hostil ni contrariado;
si me hubiera llamado otra vez, no habría vuelto.
Burgos, 5 de mayo de 2010