Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Risa de alondras

Índice

Sonetos:
Tiéndeme el tacto Decapitada fe Desamparo Conexión de alcobas Infiltración
Poemas:
Esta noche eres mía Geometría Jauría
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Breverías

2476
Vaya por sus caminos quien intenta dar o pedir limosna en cada esquina, y quien hace del beso compraventa, y aquél, también, que reverente inclina su testud, zalamero. Cuando hambrienta gime el alma y la carne se amotina, no quiero mercancía o donativo, quiero un abrazo puro y explosivo.

2477
Las calles están solas. Llenas de gentes, sí, mas desoladas. Vienen y van, como en el mar las olas, insistentes, y desesperanzadas. Es un querer llegar, y un retroceso, y un volver a intentar, sin resultado. Como llevar a flor de piel un beso, que nunca es recibido, ni otorgado.

2478
Voy pisando los días que me quedan, y parecen huir ante mi paso; opciones, contingencias que se enredan en la plomiza trama del fracaso; tantas cosas efímeras que ruedan más y más lejos de mi alcance. ¿Acaso serán los sueños plenitud distante, ocultándonos siempre su semblante?

2479
Quiero ser mar, y antorcha, y calendario, meciéndote en el blando balanceo de mi voluptuosa marejada; arrancando la sombra a tu escenario, y extirpando las fechas en que leo lágrimas anotadas en tu almohada.

2480
No sé si las palabras que he callado serían más o menos elocuentes que las habladas en audaz momento. Fui yo quien puse sobre mí el candado, y ellas fueron anillos de serpientes asfixiando mi propio sentimiento.

Sonetos

2636 - Tiéndeme el tacto
Tiéndeme el tacto de tu blanda mano, y el interior, que sin rozar, caldea; este alma en ansiedad se tambalea sin la gentil fricción con que me afano. De tu desenvoltura me engalano, y tu complicidad me aguijonea; oh mujer, Afrodita o Dulcinea, pálida voz, estrépito pagano. Te hablo en tu propio idioma, en afluencia de susurros y orgasmos, con urgencia de juventud, sabor de madurez. Ven, ven a mí; revélame tu acceso, para fundir, avance y retroceso, a la tuya mi propia desnudez.
Cantabria, 5 de mayo de 2011
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2637 - Decapitada fe
Reticente he cruzado por la vida, contemplando las rosas a distancia, apenas respirando su fragancia, y mi intención, a su contacto, herida. Las admiré en silencio en la avenida, donde el amor exhibe su arrogancia en juvenil, perenne trashumancia, que a frívolo propósito convida. No sé si he sido errático o cobarde, o si tal vez llegaba siempre tarde, o si, llegado a tiempo, fracasé. Ay, que la piel me tiembla, el alma grita nombres que nadie escucha, y decapita el ángel del crepúsculo mi fe.
Cantabria, 5 de mayo de 2011
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2638 - Desamparo
Robándome cada año ya vivido vendrá el fantasma de la mente oscura, dibujando una muerte prematura sobre el entendimiento adormecido. Quedaré en el rincón de mi descuido, con la mirada en blanco, sepultura de imágenes y nombres. No apresura su ritmo el calendario, quieto olvido. Cruzarán los de siempre por mi lado, y en sus rostros furtivos, el nublado de lo irreconocible cuajará. Las gentes hablarán: El pobre viejo… Y yo, tal vez, mirándome al espejo, diré: Qué solo ese ancianito está.
Cantabria, 6 de mayo de 2011
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2639 - Conexión de alcobas
Me bordas en tu almohada, y no me has visto. Sin verte yo, me abrazo a ti desnuda. Oh, conexión de alcobas, ciega y muda, gala impalpable a la que no resisto. De alborada y crepúsculo equidisto: Por ti amanece en mí, por ti la ruda llegada del ocaso, que reanuda el ciclo en que a la vez pierdo y conquisto. Si acortara distancias, plegaría mis alas al llegar, dándote un día sin principio ni fin, de acoplamiento. No sería propósito en tu almohada, mas hambre entre tus sábanas, mesnada en pie de guerra, furia en tu aposento.
Cantabria, 6 de mayo de 2011
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2640 - Infiltración
Aspiro a ruiseñor de lira y verso, anclado en el umbral de la palmera; en tu fragilidad de cristalera vibre mi canto, místico o perverso, que te alce o te seduzca. Si converso, sea mi voz afable mensajera, o vigoroso impulso de pantera; núcleo tu intimidad de mi universo. Seas copa de barro o cáliz de oro, te sorbo en alborozo y te incorporo a la corriente en fuego de mis venas. Te filtras en los surcos de mi vida, lluvia fecundadora y encendida, y dulce, vorazmente me envenenas.
Cantabria, 7 de mayo de 2011

Poemas

Esta noche eres mía
Risa tienes de alondras, y mirada de estrellas; ruedan por cada esquina tus andares de viento; te he visto en el dormido cristal de la laguna, y en la piel me bosquejan tus dedos arabescos. Tantas preguntas tengo…, mas no te haré ninguna; sólo tengo dos manos, de espíritu bohemio, que escribirán poemas en tu carne desnuda, reventando en tu entraña la fiera del deseo. Redoblarán campanas de torres invisibles, y en temblores de tierra, y en tormenta de truenos, has de cruzar por nubes, remontarás torrentes, y en tus ojos cerrados danzarán adulterios. Ah, las lúbricas sombras, censos de tantas noches, los placeres prohibidos que recubre el silencio; no voy a destaparlos, duerman en sus cavernas; esta noche no sabe de furtivos recuerdos. Esta noche eres mía; se me han desvanecido hogueras y bengalas, como espiral de incienso; sólo tu ardiente llama se mantiene encendida, y a ella me acojo, inerme, sobre tu propio lecho. Mas has de abrir los ojos, no quiero que rehuyas la luz que en este instante te aviva en mi cerebro. Quiero ser penetrado por la sed de tus ojos como a golpes de falo yo mismo te penetro.
Cantabria, 12 de mayo de 2011
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Geometría
Vengo a robar tus formas al filo de la noche, curvas de medias lunas y cimborrios cautivos, óvalos entreabiertos en húmeda ceguera, cilindros divergentes, ángulos encendidos. Canta tu geometría teoremas vitales, y se miden tus muslos en grados expansivos. No es a compás ni a escuadra que trazaré mis líneas sobre el area bulbosa de tu carne de trigo. Tu superficie clama por mis planos; para ellos fraguo bocetos mudos, traigo diseños vivos, y extendido a lo largo de tu amplitud desnuda las medidas exactas evalúo y calibro. Debo erigir la torre, y el ábside, y la cúpula de esta sensual, armónica, catedral del instinto, acoplando cadencias a la técnica experta, alborozo y fervores a esquemas y guarismos. Órgano de solemnes acordes acompañe al órgano marcando su metódico ritmo. La frialdad del número, del arco y la figura combínese en la alcoba con la fe y el suspiro. Encajarán los rasgos de mis formas convexas en las cóncavas tuyas, en vaivén, sin dominio, rodando por los ámbitos de músculo y cerebro, en paridad de afectos, en perfecto equilibrio. Armonía de líneas exactas, de figuras mutuamente incrustadas, de fórmulas y símbolos, de bisectriz inversa, dirigiéndose al ángulo de los muslos abiertos, y hasta el fin de uno mismo.
Cantabria, 13 de mayo de 2011
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Jauría
Me circundan rabiosos los perros del deseo, veo fuego en sus ojos, escucho sus ladridos, como inquietantes sombras al ocaso los veo, sus garras alargadas rasgando mis sentidos. No me asustan ni inquietan, me deleita su acoso. Ni me encierro en defensa, ni me doy a la fuga. Caiga sobre mis miembros su jauría; el reposo tiene rostro de muerte, letargo de tortuga. No entiendo de sosiego, surtidor de retozos siempre en pie, generando perpetuo movimiento; fluyen en torrentera, dentro de mí, alborozos; la tristeza es inmóvil, estanque somnoliento. Vengan en vigoroso torbellino esas fieras que circundan, hostigan, asaltan y desgarran; me arrebatan sus ciegas tendencias carniceras, que el alma no esclavizan, aunque la carne amarran. Tú eres el acicate que incita la manada, y a tu vista el sustrato de mi piel se rebela. Oh, gozo del tropiezo, cayendo en tu emboscada, ay, mi cuerpo en aullidos, y mi alma de gacela.
Cantabria, 14 de mayo de 2011
Diseño: Carmen Álvarez
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