Breverías
2556
Álzate, dulce sombra, prófuga de su lado,
que no es tálamo digno para yacer la tierra.
Ha sido tu silueta lo único que ha quedado,
y ella tal vez ignora a qué otros pies se aferra.
Ella, que no te encuentra ya a sus pies enredada,
pues lo estás a los míos, con mi sombra del brazo.
Álzate, dulce sombra, trepando mi fachada,
y absórbante mis miembros en vaporoso abrazo.
2557
A veces me pregunto si tiene algún sentido
despertar de mañana, cumplir nuestras tareas,
revisar las noticias, recordar lo vivido,
y volver a dormirse con las mismas ideas.
Y sin embargo es eso, con tan pocas variantes,
como tantos gastamos nuestra propia energía.
Somos ruedas que giran, con frecuencia ignorantes
de adonde se encaminan. Y así día tras día.
2558
Le asustaba la vida, y el galardón que ofrece,
por temor a su pérdida. ¿Pero es que algo es eterno?
Todo, como las rosas, nace, y al fin perece;
se ama la primavera sin pensar en invierno.
La vida, ese rayito de luz que nos visita,
golpeando con dedos de miel cada ventana;
pero en lugar de abrirla, para iniciar la cita,
rechazando su oferta, bajaba la persiana.
2559
Cuerpo de mis andanzas, que sin cesar transito,
alma de mi refugio, donde en dolor me hospedo,
tú, que rejuveneces mi corazón marchito,
tú, que me reconfortas en el rincón del miedo.
2560
Dormirás cada noche, sin saberlo, conmigo;
tu almohada, rebosante de susurros y besos
del tiempo en que fui amante. Si hoy me llamas amigo,
tú has excavado zanjas, yo hago puentes y accesos.
No llegarán a verte mis sábanas, mas tienen
la visión de tu cuerpo, y el fervor de tu entraña.
Mi mente y mis sentidos en ellas intervienen,
y aunque no lo percibas, tu instinto me acompaña.
Sonetos
2738 - Amaste a un hombre (I)
Amaste a un hombre un día, y el montaje
de piel y nervios se abrazó a la aurora
despuntando en tu entraña, creadora
de enigmas y arrebatos. Tu lenguaje
se vistió de tersura; tu paisaje
comenzó a florecer tan a deshora,
que era mayo en diciembre, soñadora
de mares de oro en lúbrico oleaje.
Y al ser todo caduco, tu castillo
desmoronóse al fin, bajo el martillo
ciclópeo y despiadado de las fechas.
Proscrita la lujuria, alzado el muro
de soledad en torno a ti, el futuro,
si te hablaba de amor, era sin flechas.
Los Angeles, 12 de octubre de 2011
2739 - Amaste a un hombre (II)
Y te llegué al crepúsculo, en revuelo
de alas batidas contra la ventana,
en aliento de brisas, en campana
pulsando languidez de terciopelo.
Se desperezó el sol, nació el deshielo
de tus cumbres en nieve, la persiana
se alzó sobre el paisaje, y tu lejana
pasión de juventud reemprendió el vuelo.
Pero con otro nombre. Me nombraste,
sacudiéndome el íntimo contraste
de tu anterior matiz y el nuevo acento.
Siendo nuevo, me ves de tal manera
que de tu ímpetu el mío se apodera,
y te quedas, me quedo, sin aliento.
Los Angeles, 12 de octubre de 2011
2740 - Amaste a un hombre (III)
Los cien itinerarios emprendidos
no me abocaron a ninguna meta.
Fue mi objetivo prófuga saeta
lanzada sobre el mar de los sentidos.
Tú conoces mi nombre y apellidos,
de dónde vengo, mi alma de poeta,
a dónde me dirijo, y la completa
lista de mis impulsos reprimidos.
Y has abierto la cuna de tus brazos
donde ofreces reposo, y los zarpazos
de mi piel, si te inquietan, los consientes.
Amar es remozarse cada día,
y enlazar rendición y rebeldía.
Suceda así sobre los dos yacentes.
Los Angeles, 12 de octubre de 2011
2741 - Alzheimer (IV)
Desposeído estoy de cada herencia
que me legaron siglos de cultura,
desde mi internamiento en la angostura
desembocando en tal insuficiencia.
Nunca lo vi llegar, glacial ausencia
prolongándose en mí, gris tachadura
de rasgos y perfiles, apertura
a cámara de sombras, decadencia.
Al gran vacío aislándome la mente,
penetró cada nombre procedente
de mi entorno andariego y familiar.
Isla desierta soy, sin plan ni historia,
un agujero negro en la memoria,
un ritmo de sonámbulo al andar.
Los Angeles, 13 de octubre de 2011
2742 - Alzheimer (V)
Me hablan de amor, definición que ignoro.
¿Qué significa tal vocablo extraño?
Tal vez es algo conocido antaño,
en mi primera edad, edad de oro.
Si las cosas conservan su sonoro
nombre de ayer, su forma, su tamaño,
su materialidad, plata o estaño,
¿por qué no identifico ese tesoro?
Porque tesoro debe ser, juzgando
por la actitud de quien lo nombra, cuando
me rodean sus brazos y me besan.
Mas si es de esta manera, ¿qué denota
la fugitiva lágrima que brota
de esos ojos que tal amor profesan?
Los Angeles, 13 de octubre de 2011
2743 - Sin huella
Se han abierto ventanas en mi vida,
y rostros de mirada incandescente
me han reclamado apego y, complaciente,
les he prestado cálida acogida.
En arrebato entraron, y encendida
la llama del hogar doró el ambiente.
Bebimos y danzamos, y la ardiente
noche de amor quedóse al fin dormida.
Rompió el día. Los ruidos mañaneros
entreabrieron los ojos forasteros,
que iniciaron el éxodo. La estrada
los fue arrastrando en su habitual bullicio.
Y yo pensé: Qué inútil ejercicio
llegar, partir, sin huella en la pisada.
Los Angeles, 13 de octubre de 2011
2744 - Una casa rural
Una casa rural, en las afueras
de la aldea de toscos labradores
que van cada mañana a sus labores
y al dominó en las tardes domingueras.
Sin lujos, mas con amplias cristaleras
frente a la olmeda, abierta a los verdores
del cerro, el naranjal, y a los rumores
del río estremeciendo ambas riberas.
En silencio de gentes, sinfonía
de acentos naturales, y anarquía
de audacias y querencia al interior.
Te espero en el portal. Si te decides,
ven sin llamar, y sin rubor. No olvides
que están los campos, y el instinto, en flor.
Los Angeles, 13 de octubre de 2011
2745 - De noche
Llamadas insistentes a la puerta,
como quien huye de implacable acoso
y le asegura súbito reposo
la única luz del arrabal despierta.
La entreabrí. Melancólica y desierta,
la calle era retablo silencioso
de sombras inactivas. Y el sedoso
tono cercano de una voz me alerta.
La joven pide asilo. No cuestiono
sus motivos; me basta el abandono
con que grita en silencio su mirada.
Conversamos. Bebemos. Sonreímos.
Se acerca y me da un beso. Convenimos
en que se quede aquí hasta la alborada.
Los Angeles, 14 de octubre de 2011