Breverías
2691
Suele morir el alma de tristeza,
conspiradora daga que asesina
por la espalda, en la sombra, sin aviso.
Mas sabrá renacer con la belleza
vital de la alegría, que se obstina
en transformar la muerte en paraíso.
2692
Doblemente es placer el que nos llega
saltando obstáculos, burlando embates,
desafiando golpes del destino.
Cuanto más larga su órbita andariega,
más sueñan cuerpo y alma en los combates
del amor turbulento, clandestino.
2693
Quisiera amarte en pétalo y fragancia,
inmune a la embriaguez de la costumbre
que anestesia los nervios del afecto.
Amarte en escasez y en abundancia,
si amor de hierro, limpio, sin herrumbre;
y en perdurable, mágico proyecto;
y si de oro, sin plan de compraventa,
el alma en vértigo y la piel hambrienta.
2694
Mi amor por ti declarará en chantaje:
O me amas y te entregas, o me voy.
Este es mi único, auténtico mensaje,
diciéndote qué siento y cómo soy.
2695
Una alfombra en el suelo, junto al fuego.
Una música clásica, sedosa.
Un mutuo, intenso, silencioso ruego
de comenzar el juego.
Y un desnudo voraz que a otro se adosa.
Sonetos
2954 - Cansado
Cansado de pensar, de adaptaciones
al gentío cruzándose en mi ambiente,
de tanta ida y venida en la corriente
de los días sin fin, de los arpones
hincándose en mi carne, y las razones
que contra toda lógica la gente
lanza sobre las mías. Se resiente
mi vida toda en tales condiciones.
Cansado de rogar lo que debiera
ser otorgado, estar siempre a la espera
de la promesa nunca ejecutada;
de ver muecas vestidas de sonrisa,
de perder el paisaje por la prisa,
de un alma entre vacía y fatigada.
Los Angeles, 9 de abril de 2012
2955 - Te escribo
Te escribo sin palabras, con la ayuda
de las intimidades que tu mano
dibujara en mi piel, y que hoy desgrano
sobre la tuya, junto a mí desnuda.
Es frase el roce sin lugar a duda,
expresando el secreto más arcano
con celo y precisión de cirujano,
voz más trascendental cuanto más muda.
El amante escribiendo en la distancia
se expresa sólo a medias, no hay fragancia
brotando en el sudor por cada poro.
Este lenguaje nuestro clamorea
bajo el hondo silencio, y espolea
potros salvajes sobre campos de oro.
Los Angeles, 9 de abril de 2012
2956 - Hoy
Te quisiera con alma de presente,
sin sed de ayer, sin ansias de mañana,
sólo un día, tal vez una semana,
en activo reajuste persistente.
Sólo vivimos hoy; cada vertiente,
ya hacia atrás o adelante, es la manzana
inasequible siempre, aunque cercana,
promesa, más que efecto fehaciente.
Mi realidad te necesita ahora,
no en la niebla del tiempo que se añora,
no en la incógnita bruma del futuro.
Y aquí, no en intangibles lejanías,
para exprimir tus noches y mis días
sobre este joven corazón maduro.
Los Angeles, 10 de abril de 2012
2957 - Hora es de tu caudal
He agotado las formas; no me queda
táctica, balanceo ni postura
que ensayar sobre ti, cabalgadura
desmontada en recóndita vereda.
Nada insólito, inédito se enreda
a mis pies, a mis manos, ni te augura
la novedad que sueñas, la aventura
de violín y tambor, mármol y seda.
Hora es de tu caudal, tu fantasía,
del despliegue frontal de la osadía
que ya en tus subterráneos se alborota.
Por mi pasividad opto, y espero
que tu improvisación, diestro velero,
navegue hasta mi playa más remota.
Los Angeles, 10 de abril de 2012
2958 - Fuerza vital
Alta como los olmos; como el río
fluyendo junto a mí cuando yacente;
primavera de vida adolescente
aun en tu madurez; blandura y brío.
Viento de otoño, arranco el atavío
de tus trémulas hojas; tu corriente
se esfuerza en desbordar cada vertiente,
aguacero-mujer, miel y rocío.
A tu sombra, en tus aguas, por los años
que no te tocan al pasar, peldaños
por donde asciendo a ti en ofrecimiento.
Fuerza vital de la naturaleza,
que haces mi corazón y mi cabeza
rodar a ti en eterno movimiento.
Los Angeles, 10 de abril de 2012
2959 - Vivo de la nostalgia
Vivo de la nostalgia. La memoria
me la sirve, minúscula, en bandeja,
mas crece ante mis ojos en compleja,
candente evolución circulatoria
por mis venas. Su eterna trayectoria
mira hacia atrás, espejo que refleja
la enredada, recóndita madeja
de mi dispar, alborotada historia,
que sin ser peculiar, comporta el sello
de mis propias vivencias, y por ello,
tristes o no, las cuido y reconstruyo.
Fueron amplias vidrieras, hoy fragmentos,
pero hijos todos ellos de momentos
que ni olvido, rechazo o substituyo.
Los Angeles, 11 de abril de 2012
2960 - Todo comienza en ti
Todo comienza en ti, y en ti termina,
sobre este mar, galera de oro y seda
que un día tripulé. Ya sólo queda
la quietud del naufragio en la neblina.
Y la desolación, que arremolina
su horror en torno mío. Se me enreda
tu recuerdo a la mente, sin que pueda
librarme de él; me acosa, me fulmina.
Y en cierto modo en ello me recreo,
porque a través de tanta sombra, veo
la propia imagen que inició la ausencia.
Con mi cargo de súplicas dormido,
el gris acatamiento del vencido,
y la gloria de extática experiencia.
Los Angeles, 11 de abril de 2012
2961 - Vino amargo
Ya no sabe de amor la primavera.
Ha llegado calada hasta los huesos,
y en su tibia y opaca luz, los besos
tienen sabor a labios de madera.
Es tan triste su lluvia, plañidera;
no es la de ayer, la que dejaba impresos
acentos en mi piel, blandos, traviesos,
sentimental, festiva compañera.
Prolonga la indolencia del invierno,
que irrumpe al fondo de mi fuero interno
sumergiéndome en gélido letargo.
Ay, abril, de noviembre revestido,
más que verde rumor, eres crujido,
más que agua refrescante, vino amargo.
Los Angeles, 12 de abril de 2012