Breverías
2696
Baila conmigo, pero no a distancia.
Muévete, sin salir del azulejo.
Róceme el festival de tu elegancia.
Captúrame al momento si me alejo.
Intercala tu muslo entre los míos
cuando la orquesta nos convoque al tango,
y susciten vaivén y escalofríos
tacto de fresas y sabor a mango.
2697
Sigo yendo a tu casa,
mas el camino que antes recorría
con alas en los pies, no me espolea.
Te has despojado de color y brasa,
tibia y pálida ya tu compañía,
más que de amor furtivo, de asamblea,
donde el discurso muere en los escaños;
como entre dos extraños.
2698
Bajo las ramas del avellano
besé a la esposa de mi vecino.
Bajo las ramas, aquel verano.
Volví a besarla por el camino.
Y luego en casa, junto al piano,
ramo de rosas, copas de vino.
Toda sonrisas, toda intenciones.
Sobre la alfombra. Sin prohibiciones.
2699
Te miro más allá de lo que vistes.
La tela no eres tú. Sólo a ti veo.
Espléndida de curvas y tersura.
Te contempla mi tacto, y no resistes.
Sobre tu piel percibo el revoleo
de cien ansias a punto de ruptura.
No sujetas la rienda. Al fin estallan.
Y me inundan, me asedian, me avasallan.
2700
Gracias, mujer. No por haber partido
al agotar su curso el desapego,
prólogo inevitable de la ausencia.
Te doy las gracias por haber venido
al filo de mi otoño, y no reniego
de un solo instante en nuestra coexistencia.
No sé si fue tu mérito o el mío,
mas logré amarte a fondo, y de manera
que aún hoy, en soledad, mas no vacío,
no sé pensar en otra compañera.
Sonetos
2962 - Pasos
¿De quién son esos pasos de amenaza
cruzando el arrabal frente a mi puerta?
¿Es mi afán de soñar que me deserta,
o es la muerte que al éxodo me emplaza?
No computo los días; se me abraza
la memoria al pasado, y ya no acierta
con el valor del tiempo, ni despierta
proyectos de futuro. La terraza,
saturada de pétalos marchitos;
en el despacho, duermen los escritos
que no tengo interés en reanudar;
y en la alcoba, el silencio y el desmayo
no cuentan ya con la explosión del rayo
que sólo tú lograbas descargar.
Los Angeles, 13 de abril de 2012
2963 - Esposado
No estás en un rincón, pues abarrotas
el espacio interior que poseíste.
La íntima luz, la llama que encendiste
perduran a través de las derrotas.
A las zonas del alma más remotas,
ángulo oscuro, recoveco triste,
relegamos aquello que persiste
como inerte reliquia, mas tú flotas
sobre la entera superficie, ajena
a esta mágica, ingrávida cadena
que no logró quebrarse a tu partida.
Aún me colmas, me absorbes, me saturas,
y sigo, en mis gloriosas desventuras,
esposado en espíritu a tu vida.
Los Angeles, 13 de abril de 2012
2964 - Me verás como soy
Cada poema es desnudez que expresa
recónditos afectos personales,
morbosas intenciones, y rituales
de que en público el alma se confiesa.
Y así yo me revelo. Quien me besa,
quien explora mis ángulos mentales,
o me imparte sus ímpetus sensuales,
verá su huella en mi palabra impresa.
Frágil como el cristal, y transparente,
cuanto vivo, amo y sueño, será fuente
de inspiración, los nombres omitidos.
Me verás como soy cuando me leas,
y te verás también, porque permeas
mi espíritu a través de los sentidos.
Los Angeles, 14 de abril de 2012
2965 - Transgresiones
Nos hablaron en clases y sermones
de preceptos, renuncias y barreras,
del asalto frontal de ciertas fieras,
del control de las propias emociones.
Fue tiempo de temor y frustraciones,
llamas amenazantes en calderas
de aceite hirviendo, en que almas plañideras
lamentaban sus propias transgresiones.
Crecimos, se nos fueron diluyendo
los miedos, y el confín de lo tremendo
fue horizonte perdiéndose de vista.
Y al descubrir al fin que las mujeres
eran obra de Dios, a sus placeres
orientamos nuestra ansia de conquista.
Los Angeles, 15 de abril de 2012
2966 - Huella sobre huella
Desconozco tu nombre y residencia,
mas sé tanto de ti que me conmueve
sólo pensar que tu pisada leve
deje en mi huella un rastro de evidencia.
A partir de ese indicio, tu presencia
irá manifestándose; un relieve
apenas perceptible, que se atreve
a dibujar un pie, la sugerencia
de una pierna y un muslo; la cintura,
torso y senos, y el rostro; tu figura
toma forma en el mapa de mi mente,
donde habían mis versos diseñado
tu alma y fuerza vital. Queda forjado
tu personaje entero. Sorprendente.
Los Angeles, 15 de abril de 2012
2967 - Eres mi creación
Eres mi creación. No de la arcilla;
sino de más aurífero elemento.
Vi tu destello, y fue mi pensamiento
quien moldeó la forma que te ovilla.
Espíritu de luz, que abrasa y brilla
por su propia erupción, flotando al viento,
alas de pretensión y ofrecimiento,
voz que a la vez exige y se arrodilla.
Te adorné de mis propias apetencias,
y eres casi yo mismo, mis carencias,
que sólo tú podrías rellenar.
Iluminas y guías mis escritos,
que hablan siempre de ti, diciendo a gritos
con qué arrebato te podría amar.
Los Angeles, 15 de abril de 2012
2968 - Farola
Sobre el agua del mar, en cada ola,
flota un recuerdo blanco, una alegría
que conoces y evoco. La bahía,
al filo de la tarde, se arrebola.
Sigue en el viejo puerto la farola
de nuestro último encuentro, y cada día
me detengo a su pie. Tu lejanía
resuena al fondo de mi caracola.
Asciende la marea, y su insistencia
rompiendo contra el muro, es evidencia
de que aún llegas a mí, desde tan lejos.
Que tú no te apercibas, en tu olvido,
no enturbia mi recuerdo. Ya he vencido
los fantasmas danzando en mis espejos.
Los Angeles, 16 de abril de 2012
2969 - En tren
Hoy me dejo llevar. El tren, seguro,
sigue la vieja ruta, indiferente
al paisaje tan visto. El sol naciente
llama a la ventanilla, y le murmuro
sedosa bienvenida. Estoy maduro
para un amor, amor que de repente
logre entrar en mi vida, sonriente,
con o sin garantías de futuro.
Frente a mí una mujer, de ojos castaños,
intensos y directos. Tantos años
sin que un temblor me sacudiera así.
En silencio sostuve su mirada,
diálogo mudo, de albornoz y almohada.
Captó mi oferta, y respondió que sí.
Los Angeles, 16 de abril de 2012