Breverías
2881
Primavera feliz, larga, tardía,
rebasando verano, otoño, invierno,
que no osan protestar ni aparecer.
Dorada madurez, antología
de cuanto íntimo, erótico y eterno
ni en sueños realizábamos ayer.
2882
Yo te hice luz, porque con luz soñaba;
de llama te vestí, de fogonazo,
viviendo de mi brasa y claridad.
Pero al ver que esa luz se me apagaba,
la sombra que nació perdió el abrazo,
y ahora mismo ni es sombra de verdad.
2883
Me olvido de mí mismo, y la memoria
te trae a mí, flor de arrayán, desnuda,
rostro de novia, cuya blanca euforia
a mis sentidos lúbrica se anuda.
He dejado de ser quien antes fuera,
y modelas la pulpa resultante
con roce de ángel e ímpetu de fiera,
y me adjudicas calidad de amante.
2884
La fe mueve montañas, y yo creo
que, al redoble sutil de mis cuidados,
se habrá de producir el tambaleo
que ponga en marcha cerros y collados.
Irán, no importa adónde, y su partida
más que esperanza gestará certeza.
Tú también quedarás estremecida,
y en ese punto es que el amor empieza.
2885
Sé gentil, que la furia empequeñece,
y alcanzarás la cúpula del pino,
y su propia viril solemnidad.
La palabra sedosa permanece,
y el grito no es sino algo repentino
que muere de su misma hostilidad.
Sonetos
3146 - Unicornio
Todo blanco, su trote en la espesura
contagiaba belleza y armonía,
cruzando en un temblor. Se conseguía
verlo tan sólo con el alma pura.
Tú lo viste en su prístina hermosura
antes de enamorarte, en la alegría
de tu cuerpo inocente, que encendía
sólo de luz, no llamas, tu figura.
Después, lo contemplaste en la memoria,
no ya en la realidad, pues la victoria
del amor en tu piel te dejó ciega.
Cuanto nos da la vida es gota a gota,
llevando cada triunfo una derrota;
se nos irá una opción, pero otra llega.
Los Angeles, 11 de febrero de 2013
3147 - Xochimilco
Ven, chamaquita linda; los canales
van poblándose ya de trajineras,
y una lleva tu nombre. Cuando quieras;
a bordo ya; los aires musicales
se mezclan por los aires en cordiales
abrazos invisibles. Si supieras
la magia de estas horas domingueras,
de estos atardeceres otoñales…
Tan mansa el agua, tan azul el cielo,
tan verdes las chinampas y, en su vuelo,
tan elegante el ánsar, tan fugaz.
Duerma la agitación y la osadía,
distiende espíritu y anatomía;
hoy es tiempo de pétalo, de paz.
Los Angeles, 12 de febrero de 2013
3148 - Yugo
Tú y yo vamos al mismo yugo uncidos,
halando el carro que nos fue asignado,
en avance gradual, sincronizado,
expresando ambas ruedas sus gemidos,
y ambas dejando en el sendero hundidos
carriles de su giro acompasado.
No somos uno, somos dos, al lado
uno del otro, por misión unidos.
Las roderas marcadas en el barro,
no obstante la unidad que indica el carro,
manifiestan funciones paralelas.
Ya no sé qué pensar cuando te miro,
si al mismo fin adonde vas aspiro,
o si eterna distancia me revelas.
Los Angeles, 12 de febrero de 2013
3149 - Yunque
A golpe de martillo y por el fuego
cobra vida el portento de la espada,
hoja de doble corte, plateada,
puño de filigrana, palaciego.
Presta a herir, o a matar, lúgubre juego
del sicario sin alma, en emboscada,
de ágil acción, veloz en retirada,
y sin perder un punto de sosiego.
Yo fui yunque, y los golpes de la vida
moldeáronme el alma; cada herida,
si más sensible, me dejó más fuerte.
El dolor vigoriza si no mata.
Quien hiere, tiene el alma de hojalata,
que es a un paso tan sólo de la muerte.
Los Angeles, 12 de febrero de 2013
3150 - Zigzag
En línea recta a tu ámbito he venido,
la urgencia de llegar me estremecía,
y era una sola, férvida armonía,
séquito de mi afecto y mi sentido.
Llegar por el más corto recorrido,
indiferente a sauce, peonía,
río, alondra, mujer, cuya empatía
retrasara mi marcha o mi latido.
Mas tú hacia mí iniciabas un sendero
en tedioso zigzag, atolladero
de esperanza, propósito, intención.
A tu entorno arribé, sin encontrarte.
Con el alma extenuada de esperarte,
vi cómo se agostaba mi ilusión.
Los Angeles, 13 de febrero de 2013
3151 - Zurrón
De todo desligado, peregrino
cuyo afán es andar, sin norte o meta,
temple de amante y alma de poeta;
así es mi vida, y ése es mi camino.
A todos alienígeno y vecino,
doy la mano y sonrío; me respeta
quien va en mercedes, y quien va en carreta,
y sé con ambos compartir un vino.
Mis pertenencias son rudimentarias,
cubriendo mis urgencias necesarias
lo que tiene cabida en mi zurrón.
Caracol viajero, cuanto tengo
colgado al hombro va, y voy y vengo
en permanente peregrinación.
Los Angeles, 13 de febrero de 2013
3152 - Zarpar
Anclado en mi bahía, sol y brisa,
si punto inmóvil, mente en la distancia;
tendencia soy hacia la trashumancia,
siempre a un nuevo horizonte, mas sin prisa.
Para ser de fondeo, se precisa
rasgar las velas, mas mi reluctancia
a la inactividad deja constancia
de que el momento de zarpar se avisa.
Si el anclaje es relámpago de hielo,
zarpar es águila emprendiendo el vuelo
hacia lejanos, amplios panoramas.
Colma la lona el viento de levante,
y al fin, yo, capitán y tripulante,
levo las anclas, corazón en llamas.
Los Angeles, 14 de febrero de 2013
3153 - Ultratumba
Más allá de la muerte, un hervidero
de fantasmas, espectros o visiones
dormitan en marmóreos panteones,
o en fosas que desdeña el viajero.
Mas todos, aristócrata y bracero,
iguales ya, sin rango o distinciones,
son pálido tropel, que en ocasiones
vagabundean pórtico y sendero.
La noche es el momento. Su presencia
se hace sentir, o ver, en transparencia
de pálida, letárgica blancura.
Su mudez ni revela ni sugiere
razón de su visita; quien los viere
tendrá el terror ceñido a su cintura.
Los Angeles, 15 de febrero de 2013