Breverías
2896
Estarás frente a mí, con la indecisa
actitud de quien quiere y no se atreve;
y yo iré desnudándote, sin prisa,
descubriendo cada íntimo relieve;
en tus labios, la tímida sonrisa
tendrá una temblorosa vida breve.
Y de la última prenda despojada,
serás complicidad y llamarada.
2897
No me inquieta el acoso de la muerte,
brinde liberación o podredumbre;
tiene su inevitable certidumbre,
sin ser cuestión de voluntad o suerte.
Mas no sucede así frente a la vida,
que nuestra actividad fija o altera;
la vida es decisión, de tal manera
que puede fabricarse a la medida.
2898
Nacer, morir, no decisión, tributo
que por fuerza mayor se nos ha impuesto.
Lo importante es vivir cada minuto
como si no hubiera otro de repuesto.
2899
No escuches a los otros, que han de darte
consejos que a ti mismo no se aplican.
Tienes voces internas que, al hablarte,
campanas son que para ti repican.
Saben mejor que los demás quién eres,
tus puntos fuertes, tus debilidades,
qué notas de amarguras, o placeres,
suelen vibrar en tus concavidades.
Escucha la canción que por ti suena,
siempre mejor que la palabra ajena.
2900
En galeones de oro, o de madera,
por el mar de los años navegamos,
sin ser fundamental el componente.
Lo que importa es quién traza la carrera,
saber a dónde vamos,
quién está al mando del timón y el puente.
Cada uno es capitán de su navío,
responsable del rumbo, y dependiente
sólo de su razón y de su brío.
Sonetos
3170 - Zarpazo
El beso, la caricia y el abrazo
son casi etéreos, levedad de estrella;
nada, ni en alma o piel, dejará huella
como la dentellada del zarpazo.
Amor viene de frente, hacia el regazo,
con sed de eternidad, y sin querella;
se hace promesa y pacto, con que sella
la consistencia de intención y lazo.
El dolor, alevoso y retorcido,
ataca por la espalda y al descuido;
aquél en luz, mas éste en sombra nace.
Sea súbito el fin, aunque sangriento,
más bien que sucumbir de agotamiento,
múltiple, interminable desenlace.
Los Angeles, 3 de marzo de 2013
3171 - Yuxtaposición
Piel a piel, ya en acción o en indolencia,
mas sin duplicidad ni intermediario,
que cuanto se interpone es adversario
recalcando distancia y diferencia.
Piel a piel, cristalina transparencia
emotiva y mental, epistolario
de ida y vuelta, por cuyo itinerario
intercambian dos almas su querencia.
A mí adosada en celo y abandono,
dormido el albornoz junto al kimono
sobre la alfombra oval del aposento.
Piel a piel, sobre un lecho que no atina
a discernir la forma femenina
de la del hombre que la abraza hambriento.
Los Angeles, 3 de marzo de 2013
3172 - Viento
Por cumbres y mesetas peregrino,
sobre mar azulado navegante,
tu espíritu agitado, trashumante,
no precisa de rumbo ni camino.
Anárquico en tu andar, y clandestino;
¿te avergüenzas, tal vez, de tu semblante?
Merodeas mi casa y, ululante,
la abrazas en furioso torbellino.
Con invisibles puños bataneas
ventanales, tejados, chimeneas,
exigiendo tu entrada de visita.
¿Cómo admitir a extraño viajero,
evasivo y hostil, sin ver primero
la portada a su empuje circunscrita?
Los Angeles, 4 de marzo de 2013
3173 - Niebla
A tientas voy, buscándote en la esquiva
blancura de algodón que me rodea;
no advierto tu contorno, lo bloquea
esta sutil cortina a la deriva.
Sé que estás; tu presencia me motiva
a provocar tu encuentro; eres idea
pugnando por nacer, y es mi tarea
alumbrarte a mí mismo, hacerte viva.
Voy avanzando a brazos extendidos,
que han de abrirse, con todos mis sentidos,
para estrecharte al percibir tu tacto.
Sin captar tus pisadas, sin tu acento,
clamo por una ráfaga de viento
que me revele tu perfil exacto.
Los Angeles, 4 de marzo de 2013
3174 - Grito
Mi furia alza su grito en desespero,
sus cinco letras balas o puñales,
y en sus puntos de mira los chacales
que han lanzado el país al basurero.
Sátrapas del poder y del dinero,
columnas de sus propios pedestales;
sólo dignos de fe en sus funerales,
mentes de barro, corazón de acero.
Púdranse en sus sepulcros, y en olvido,
con el estigma de quien, ya vencido,
no podrá perpetrar nuevos ultrajes.
Y es mi grito de angustia, y amargura,
por quienes aceptaron la impostura
de sus huecos, hipócritas mensajes.
Los Angeles, 4 de marzo de 2013
3175 - Lamento
No he de colgar mi cítara en la rama
del sauce, renegando de mi canto.
Si el sollozo es caída, me levanto,
si oscuridad, encenderé otra llama.
Si la orfandad del alma me reclama
encierro y abandono, tal vez llanto,
más miro hacia delante, y me agiganto,
canción y verso mi pregón proclama.
El lamento es de temple negativo,
y el canto, por su espíritu festivo,
supera depresión y cobardía.
Si temblara mi voz, será un momento;
pronto, en luz y calor, mi movimiento
se ha de orientar a más brillante día.
Los Angeles, 5 de marzo de 2013
3176 - Urgencia
Inevitable, el tiempo se desliza,
incapaz de regreso hacia su fuente;
primero niño, luego adolescente,
joven, maduro, anciano que agoniza.
Agonizamos todos. La ceniza,
si bien no es fuego, al fuego está adyacente.
Todo, a diario, se nos torna ausente;
menos la muerte, siempre allegadiza.
Ama ahora mismo, porque no hay mañana.
Y hazlo con arrebato de campana
lanzada al vuelo en místico mensaje.
Ama sin condiciones, sin recato,
a todo riesgo, sin firmar contrato,
y sin ambigüedad de maquillaje.
Los Angeles, 5 de marzo de 2013
3177 - Vislumbre
Al mirarte a los ojos he atisbado
hondos misterios, mudas voliciones,
detenidos arranques, y bastiones
cuya escalada me has insinuado.
Te veo yate más que acorazado,
por opción, indefensa; represiones
lanzadas por la borda, y convicciones
de librepensamiento desatado.
¿Será, tal vez, que mi apetencia ilusa
se fabrica un perfil de ninfa y musa,
ligazón de Atenea y Afrodita?
Seguiré contemplándote. Te veo
quizá más con los ojos del deseo,
con mente que no piensa, mas palpita.
Los Angeles, 5 de marzo de 2013