Breverías
2991
No temas la vejez, que es la victoria
de quienes la alcanzaron,
y es, a la vez, su inmarcesible gloria.
Ni tampoco la muerte, que ensayaron
cuantos quedaron una vez dormidos.
Si en tantas ocasiones hemos muerto,
y la aurora nos vio de nuevo erguidos,
tal vez morir es arribar a un puerto
desde el que iniciaremos la partida
hacia una costa nueva, nueva vida.
2992
Se acumulan los años. Y ¿qué importa?
Nos confieren la calma, la experiencia,
que nunca antes logramos adquirir.
Y nos da una visión que nos transporta
a las almas que estaban en ausencia,
que ahora nos es posible presentir.
2993
Dale gracias al cuerpo, que alimenta
cerebro que razona, alma que siente,
a través de la magia del sentido.
Fiel analista y transmisor, no inventa,
recoge datos de la inmensa fuente
de la naturaleza. El contenido
traspone el margen físico; la mente
lo tergiversa, agrega colorido,
y se autodenomina inteligente.
2994
Me retiro del mundo, porque el tedio
que el vulgo me produce es irritante.
Mas pronto advierto que mi nuevo medio
es de hastío quizá tan agobiante.
2995
Sólo el cobarde, ostentador, alega
que nunca tuvo miedo, y lo repite
aunque, necio, a menudo lo despliega.
También lo tiene el bravo, mas lo admite,
y al llegar la ocasión de la refriega,
lo confronta y lo vence. Se permite
tener miedo quien sabe superarlo.
Y el que no, ni consigue camuflarlo.
Sonetos
3322 - Muerte
¿Será fin o principio? ¿Nacimiento
a otra vida mejor, o quizá anclaje,
cumplido el objetivo del viaje,
en negro mar, sin luz ni movimiento?
No importa si nos roza con aliento
de inminente presencia, o si es mensaje
de remoto futuro en un lenguaje
intraducible a nuestro entendimiento.
Sabemos que está ahí, sin saber dónde,
ciertos de que vendrá, mas no responde
a nuestra indagación de cómo y cuándo.
Déjala sola con su ruin misterio,
en el mundo de sombras de su imperio,
sin preocuparte de que va llegando.
Los Angeles, 12 de julio de 2013
3323 - Montar
A parajes de sueños y placeres
orientemos el paso, cabalgando;
innecesarias fusta y voz de mando,
consciente cada cual de sus deberes.
Sin silla de montar; nuestros quehaceres
se ejecutan de piel a piel, alzando
lanzas de amor sobre el paisaje blando
que abre a mi paso cuanto anhelo y quieres.
Al paso avanzo sobre ti, sin prisa;
es el momento azul de la sonrisa,
del contacto, si cálido, ligero.
Al trote voy sobre tus campos de oro.
Ay, mi montura, transformada en toro,
me requiere al galope, y ya no espero.
Los Angeles, 12 de julio de 2013
3324 - Monotonía
Canción de una palabra, de una nota,
intolerables necedad y ruido;
música y poesía se han dormido,
y un tedio gris en el ambiente brota.
Sediento estoy y se me da una gota;
una miga si hambriento y, si abatido,
lastimera mirada. ¿Qué sentido
tiene esta ayuda a un hombre en tal derrota?
Mis oídos requieren sinfonías,
horizontes mis ojos, y mis días
más que nieblas, crepúsculos y auroras.
Quiero un diálogo vivo, inteligente,
y una caricia múltiple, simiente
que sazone la marcha de mis horas.
Los Angeles, 12 de julio de 2013
3325 - Momento
Si una vida a tu lado es excesivo,
redúcelo a un momento de alborozo,
pero de calidad, en que el sollozo
se haga, temporalmente, fugitivo.
Vendrá después, teniendo su motivo,
mas no mientras eufórico retozo
sobre o junto a tu piel, y beso y rozo
cada curva soñada, aunque ahora en vivo.
Hay sueños que florecen un instante,
y en ese punto se deviene amante,
cobrando todo el tiempo relevancia.
A ese momento me proyecto entero,
cuerpo de brasa y alma de bolero,
revestidos de tu íntima fragancia.
Los Angeles, 12 de julio de 2013
3326 - Mito
Eres el mito que mantiene vivo
mi formato del mundo, de la historia,
mi fe en el ser humano, la memoria
de cuanto fue, real o subjetivo.
Soy a tales relatos receptivo,
porque en su inimitable trayectoria
representan la fe, esperanza y gloria
de cien generaciones. En mi archivo
mental conservo el canto del rapsoda
que más tarde fue escrito, y que acomoda
dispares tradiciones y leyendas.
Tú eres también un mito, que he forjado
para hacerte impecable, y te he tatuado
en la razón, que te hace sus ofrendas.
Los Angeles, 12 de julio de 2013
3327 - Mirar
Te miré, te observé, y ahora te admiro;
tal vez fui de visión a fantasía;
por haberte engendrado, ya eres mía,
y a consumar mi propiedad aspiro.
Estabas, pero no eras. En el giro
que di a lo que era sólo anatomía,
se gestó la razón, en armonía
con mi propio pensar. Y ahora suspiro.
Suspiro al ver mi creación tangible,
y además de entrañable, compatible,
no ya de piel a piel, de mente a mente.
Recíproco mirar, que se apodera
de dos vidas, las une y regenera
a través de una fuerza omnipotente.
Los Angeles, 13 de julio de 2013
3328 - Miedo
¿Miedo a qué? Te preocupas, te atormentas,
y el fantasma, o el monstruo, permanece
en la sombra, a tu vera; te estremece
su silueta imprecisa, y te lamentas.
Hay un ruido en la noche, y documentas
arma, intención, y cómo se enfurece
al comprobar tu despertar; parece
que a base de temor, tú te lo inventas.
Tu propia mente es madre de tus miedos.
Teme aquello que toques con los dedos,
y no siempre, que a veces lo disfrazas.
En la mente hay oscuros corredores,
y esa lúgubre cámara de horrores
es la que te urde tantas amenazas.
Los Angeles, 13 de julio de 2013
3329 - Meretriz
Yo te doy, tú me das, fin de contrato.
¿Quién establece epílogo de plata?
Nuestro intercambio es justo; no se trata
de comprar o vender, mas de arrebato.
El placer de ida y vuelta es el formato
de todo acuerdo, el pago lo abarata;
somos dos pies en una caminata,
mismo manjar en diferente plato.
El pago desnivela la balanza
de pedido y entrega, y afianza
el principio de injusto beneficio.
Si te beso y me besas, significa
que el precio impuesto no se justifica
si dos hacen idéntico ejercicio.
Los Angeles, 13 de julio de 2013