Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (LX)

Índice

Sonetos:
Cálido Callar Cama Camino Campana Campiña Canción Cansancio
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Breverías

3121
La fuerza no asegura la victoria, tampoco la razón la garantiza. La clave está en la adaptabilidad. Sólo con actitud conciliatoria se rinde al adversario. Quien suaviza, ya ha conseguido más de la mitad. Doblégate a los ímpetus del viento, fluya con la corriente tu momento.

3122
La vida es caravana persistente de modificaciones; sucumbimos y emergemos de nuevo a cada instante. Y esa cierta nostalgia, tan presente, por lo que ya se fue, lo que tuvimos, y esa fe en el minuto debutante…

3123
He cometido errores, y sólo en ocasiones he aprendido las ocultas lecciones de la vida. Si volviera a nacer, en mis amores, mis deberes, lo absurdo, lo prohibido, podría duplicar cada caída.

3124
Que nadie te silencie. Si es preciso, grita desde la torre de la aldea cada verdad que abrigas. Para pensar no hay que pedir permiso, ni para formular tu propia idea. Mas razona y profesa cuanto digas.

3125
Mira el ojo a través de una cortina, sin comprender el cómo ni el por qué. Ascienda el corazón a la retina para que ésta contemple cuanto él ve.

Sonetos

3530 - Cálido
América, mujer, te representa de norte a sur, y por su mapa exploro paisajes ondulados, que atesoro, montículos al sol o a la tormenta. En el centro, flexible y somnolienta, la cintura del istmo, que incorporo al arco de mi brazo, meteoro en la órbita sensual del alma hambrienta. Más al sur, amazónicas corrientes abriendo el ángulo de sus vertientes, en propuesta de lúbrica incursión. Cálido clima que al desnudo incita en panorama tal, y solicita desesperadamente posesión.
Los Angeles, 5 de noviembre de 2013
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3531 - Callar
Mucho habla el necio en plática vacía, mientras el docto piensa, pero calla. Osada es la ignorancia, y cuando estalla ni demuestra blasón ni gallardía. Para el crimen de hablar no hay amnistía, si el atenuante razonado falla; la palabra trivial sólo ametralla, queda mejor dormida en la armería. El lenguaje es virtud cuando la idea late bajo la fronda, y no golpea repitiendo sonidos, como el eco. Mejor callar si no se aporta nada. Piensa, medita, y habla como espada, nunca como bambú, tonante y hueco.
Los Angeles, 6 de noviembre de 2013
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3532 - Cama
A la espera de ti, siempre a tu espera, con voz sutil, pero sensual, te llama. Ha adquirido mi acento, una amalgama de arrullo, de cantar, de primavera. Si acaso te demoras, persevera en su intenso reclamo; gime o brama, según la situación, toda una dama, que sólo ruego o compulsión pondera. Habla por mí; te ofrece la blancura, calor y suavidad de su abertura, amplio abrazo en que tiendas tu esbeltez. Acércate, dormiten los pudores que refrenan tu impulso,y en temblores ofrece en tal altar tu desnudez.
Los Angeles, 6 de noviembre de 2013
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3533 - Camino
Hacia donde me lleves, si te sigo, carece de importancia; todo es meta para el hombre de a pie, de mente inquieta, y no ya a ver, mas a observar me obligo. El paisaje se me hace más amigo que la ciudad; el olmo, la violeta, la alondra, el arroyuelo, son la dieta que me exige mi espíritu mendigo. Porque mendigo soy de los primores que a tus flancos pululan, ya rumores, matices, movimientos o fragancias. Esa es mi senda, toda en torno mío, sin prisas, ni llegadas, ni gentío, ruta contemplativa, sin distancias.
Los Angeles, 7 de noviembre de 2013
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3534 - Campana
“Yunques, cantad; enmudeced, campanas”. (Antonio Machado)
Murciélago de bronce, la campana, duerme en la torre, inmóvil, silenciosa, y el poblado, a sus pies, en laboriosa y alborotada actividad se afana. Sus cien tonos de voz son caravana de alarma, invitación, muerte, o gozosa festividad, ya por la nueva esposa, triunfo marcial, celebración cristiana. Eso era antaño; ya no se despierta. Ni boda, misa, funeral o alerta, perturban su reposo enmudecido. El yunque y el martillo han silenciado su broncíneo lenguaje, y desangrado su espiritualidad: Ha envejecido.
Los Angeles, 7 de noviembre de 2013
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3535 - Campiña
“Menosprecio de corte y alabanza de aldea”. (Antonio de Guevara)
A la campiña voy, donde la prisa, ha detenido el ritmo en su carrera, sabiendo estar al pie de la palmera, al arrullo y caricia de la brisa. La ciudad es acoso, y es pesquisa, a sosiego y reposo forastera; la campiña en verdor me recupera el sabor de vivir, y la sonrisa. Prosigan en sus bloques de cemento, y en su flujo de tráfico mugriento quienes son incapaces de otras cosas. Yo en el campo renazco, coexisto con el alma olvidada, y reconquisto mis recónditas ansias luminosas.
Los Angeles, 7 de noviembre de 2013
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3536 - Canción
Habla mejor el alma en las canciones, o el interlocutor mejor lo entiende. La música es escala que desciende al fondo visceral de las pasiones. Asimila sus lúbricas opciones, y nuevamente por la escala asciende, se encarama al cerebro, y de allí extiende su red de transmisión e incitaciones. Sonidos y palabras combinados detentan más poder que los dictados de la más primordial naturaleza. Y, como tal, convencen, seductores, consiguiendo privanzas y favores en que otra plática no más tropieza.
Los Angeles, 7 de noviembre de 2013
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3537 - Cansancio
Al fondo de la acción, de la energía, apagada la luz, ya no hay colores, se van amortiguando los rumores, y hasta la voluntad se me vacía. No me mantengo en pie, se me abriría un entorno de vértigo y temblores dando conmigo en tierra; si en dolores, sabiendo que estoy vivo todavía. Mas no sé si lo estoy. Mi agotamiento me ha robado dinámica y aliento, y en piel de masa inerte estoy cautivo. Tal que si alguien hurtara mi esqueleto, he devenido inoperante objeto, ni a actividad ni a idea receptivo.
Los Angeles, 8 de noviembre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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