Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (LXIV)

Índice

Sonetos:
Claridad Cohabitar Cólera Combativo Compañía Complejidad Complicidad Condescendencia
seperador

Breverías

3141
Háblame en luz, no a golpes de martillo, que los ruidos enturbian las ideas. Sea el mensaje sin color ni brillo, en transparencia y claridad, sencillo, que de otro modo ocultas y falseas.

3142
La cólera, inflexible carcelero que te encierra en oscuro calabozo. Nada ves, nada escuchas, prisionero de tus propios impulsos. ¿Dónde el gozo de tu fanática lección de acero? ¿A quién la rabia, el látigo, el sollozo? Se agita contra ti la intransigencia que erigió tu arrebato de impaciencia.

3143
Al asentarme en ti, vi el más complejo laberinto de calles interiores, y me sentí perdido. Y como tal prosigo, mas no dejo que me perturben tus alrededores, ni las rutas internas que has tendido. El alma, en esta confusión perdida, renuncia a la salida.

3144
Te voy a presentir hasta crearte, dependerás de mí, sin poder irte, siendo de mí realización y parte; como tal, no tendré que persuadirte, mi afán, darme será; tu anhelo, darte.

3145
Te descubrí al azar, antes de verte, en la historia del cosmos archivada bajo la gris neblina de la mente. Eras montaña y mar, y contrafuerte, dorada estrella al borde de la nada, remolino de viento, sol naciente. Cuando llegaste a mí, ya había visto tantas partes de ti que de repente supe por qué, por quién, para qué existo.

Sonetos

3562 - Claridad
La expresión del cerebro es el lenguaje, y es mi palabra lo que pienso y siento. Reflejo lo que soy, y lo que intento, sin prestarle disfraces al mensaje. Detesto circunloquios. Si en viaje, tomo la ruta más directa, atento a mi objetivo, más que al polvoriento camino que recorre mi carruaje. Toda, cualquier palabra, es inocente. El matiz turbador, o irreverente, es implante del interlocutor. Lleve tu voz la claridad del día, sin decorado ni bisutería, como hacemos, desnudos, el amor.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
seperador
3563 - Cohabitar
En la inseguridad, la garantía. Los seres libres, por amor unidos, sin ceder ni usurpar sus apellidos, parecen irradiar más armonía. Altar, certificados, profecía de fiel continuidad que, ya en gemidos de mansa indiferencia, o estallidos de absurdo enojo, no se cumpliría. El contrato promete, y envenena. Cada cual es más fuerte, y no refrena su voluntad de cara al compromiso. Quien sólo cohabita reconoce más deber que derecho, y es su goce solicitar, más que exigir permiso.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
seperador
3564 - Cólera
Cálmate, hermano; la explosión airada no resuelve, complica más las cosas. Anúnciete al llegar ramo de rosas; ramo de espinas no solventa nada. La irritación es cegadora espada que te hiere a ti mismo si en furiosas maniobras la esgrimes; luminosas resulten tus acciones de llegada. Más se caza en sosiego que con ruido; y serás aceptado, no evadido, exponiendo sin gritos tu opinión. La irritación es mala consejera; cuando de tus acciones se apodera, o es escasa, o no tienes la razón.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
seperador
3565 - Combativo
Corren tiempos de paz, no de contienda, la fuerza elude fines destructivos. Se ha dado a los impulsos agresivos propósito más noble, nueva agenda. El músculo del brazo se distienda, nútrase el del cerebro, y sus archivos sean el arma que esgrimimos vivos, pues nadie habrá que, muertos, nos entienda. Las batallas del puño rescindidas, la razón se apodera de las vidas que otras veces morían o mataban. Tiempos de paz. En mi simpleza, sueño con un mundo feliz que yo diseño, cuyas celebraciones no se acaban.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
seperador
3566 - Compañía
¿Vendrás a mí al atardecer? Te espero. En este tiempo el día es agobiante, mas la noche, serena, refrescante, sabrá ofrecernos su alma de bolero. Nadie es en esta tierra forastero, siempre afable y gentil al visitante; pero mi casa es más, exhuberante, desde que me llamaste compañero. Vendrás a mí, y habrá estrellas fugaces cruzando el firmamento, e incapaces de apagarse al caer por verte aún más. La noche será joven todavía cuando progresará la compañía más allá del veremos y el quizás.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
seperador
3567 - Complejidad
Dos elementos somos, diferentes, cada cual de intrincada contextura, que han decidido unirse en estructura más compleja, fundidos, no adyacentes. Ahondar en cuanto piensas, cuanto sientes, es difícil empresa; la figura se adentra por los ojos, y es altura, tacto, peso, extensión, datos patentes. Más allá de la piel todo es misterio. La descripción depende del criterio que el tiempo nos forjara, y no es precisa. Tal vez es más incomprensión que engaño, pero hemos de vivir con un extraño sin descifrar apenas su sonrisa.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013
seperador
3568 - Complicidad
Obsérvame, que te hablo sin hablarte. Puedo hacerlo en señal, símbolo, indicio, extraídos de ti desde el inicio de nuestra relación; es casi un arte. Y me habrás de entender, pues de tu parte se ha producido idéntico ejercicio. Mediante tal lenguaje te acaricio sin que lleguen mis manos a tocarte Nos cerque escaso grupo o muchedumbre, nadie obtendrá un auténtico vislumbre de nuestros intercambios a distancia. La palabra no es ya tan expresiva. Este idioma callado me cautiva con su precisa, intensa resonancia.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013
seperador
3569 - Condescendencia
No desciendo hacia ti, sólo me allego para explorar y comprender tu estado. En línea recta vengo, pues tu lado se nivela conmigo, y a él me apego. Traigo la mano abierta, con el ruego de que la aceptes, sin quedar atado a condición de siervo o de invitado, pues de amigo y hermano te la entrego. Tu problema es desde ahora mi problema, si algo te abrasa, a mí también me quema, y lo que te congela me entumece. Vengo a ti, no desciendo, camarada, en magnanimidad, que mi llegada a los dos, no a ti solo, fortalece.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
Poemas © Francisco Álvarez Hidalgo, Familia Álvarez, 1997-2014. Todos derechos reservados.