Breverías
3141
Háblame en luz, no a golpes de martillo,
que los ruidos enturbian las ideas.
Sea el mensaje sin color ni brillo,
en transparencia y claridad, sencillo,
que de otro modo ocultas y falseas.
3142
La cólera, inflexible carcelero
que te encierra en oscuro calabozo.
Nada ves, nada escuchas, prisionero
de tus propios impulsos. ¿Dónde el gozo
de tu fanática lección de acero?
¿A quién la rabia, el látigo, el sollozo?
Se agita contra ti la intransigencia
que erigió tu arrebato de impaciencia.
3143
Al asentarme en ti, vi el más complejo
laberinto de calles interiores,
y me sentí perdido.
Y como tal prosigo, mas no dejo
que me perturben tus alrededores,
ni las rutas internas que has tendido.
El alma, en esta confusión perdida,
renuncia a la salida.
3144
Te voy a presentir hasta crearte,
dependerás de mí, sin poder irte,
siendo de mí realización y parte;
como tal, no tendré que persuadirte,
mi afán, darme será; tu anhelo, darte.
3145
Te descubrí al azar, antes de verte,
en la historia del cosmos archivada
bajo la gris neblina de la mente.
Eras montaña y mar, y contrafuerte,
dorada estrella al borde de la nada,
remolino de viento, sol naciente.
Cuando llegaste a mí, ya había visto
tantas partes de ti que de repente
supe por qué, por quién, para qué existo.
Sonetos
3562 - Claridad
La expresión del cerebro es el lenguaje,
y es mi palabra lo que pienso y siento.
Reflejo lo que soy, y lo que intento,
sin prestarle disfraces al mensaje.
Detesto circunloquios. Si en viaje,
tomo la ruta más directa, atento
a mi objetivo, más que al polvoriento
camino que recorre mi carruaje.
Toda, cualquier palabra, es inocente.
El matiz turbador, o irreverente,
es implante del interlocutor.
Lleve tu voz la claridad del día,
sin decorado ni bisutería,
como hacemos, desnudos, el amor.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
3563 - Cohabitar
En la inseguridad, la garantía.
Los seres libres, por amor unidos,
sin ceder ni usurpar sus apellidos,
parecen irradiar más armonía.
Altar, certificados, profecía
de fiel continuidad que, ya en gemidos
de mansa indiferencia, o estallidos
de absurdo enojo, no se cumpliría.
El contrato promete, y envenena.
Cada cual es más fuerte, y no refrena
su voluntad de cara al compromiso.
Quien sólo cohabita reconoce
más deber que derecho, y es su goce
solicitar, más que exigir permiso.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
3564 - Cólera
Cálmate, hermano; la explosión airada
no resuelve, complica más las cosas.
Anúnciete al llegar ramo de rosas;
ramo de espinas no solventa nada.
La irritación es cegadora espada
que te hiere a ti mismo si en furiosas
maniobras la esgrimes; luminosas
resulten tus acciones de llegada.
Más se caza en sosiego que con ruido;
y serás aceptado, no evadido,
exponiendo sin gritos tu opinión.
La irritación es mala consejera;
cuando de tus acciones se apodera,
o es escasa, o no tienes la razón.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
3565 - Combativo
Corren tiempos de paz, no de contienda,
la fuerza elude fines destructivos.
Se ha dado a los impulsos agresivos
propósito más noble, nueva agenda.
El músculo del brazo se distienda,
nútrase el del cerebro, y sus archivos
sean el arma que esgrimimos vivos,
pues nadie habrá que, muertos, nos entienda.
Las batallas del puño rescindidas,
la razón se apodera de las vidas
que otras veces morían o mataban.
Tiempos de paz. En mi simpleza, sueño
con un mundo feliz que yo diseño,
cuyas celebraciones no se acaban.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
3566 - Compañía
¿Vendrás a mí al atardecer? Te espero.
En este tiempo el día es agobiante,
mas la noche, serena, refrescante,
sabrá ofrecernos su alma de bolero.
Nadie es en esta tierra forastero,
siempre afable y gentil al visitante;
pero mi casa es más, exhuberante,
desde que me llamaste compañero.
Vendrás a mí, y habrá estrellas fugaces
cruzando el firmamento, e incapaces
de apagarse al caer por verte aún más.
La noche será joven todavía
cuando progresará la compañía
más allá del veremos y el quizás.
Los Angeles, 19 de noviembre de 2013
3567 - Complejidad
Dos elementos somos, diferentes,
cada cual de intrincada contextura,
que han decidido unirse en estructura
más compleja, fundidos, no adyacentes.
Ahondar en cuanto piensas, cuanto sientes,
es difícil empresa; la figura
se adentra por los ojos, y es altura,
tacto, peso, extensión, datos patentes.
Más allá de la piel todo es misterio.
La descripción depende del criterio
que el tiempo nos forjara, y no es precisa.
Tal vez es más incomprensión que engaño,
pero hemos de vivir con un extraño
sin descifrar apenas su sonrisa.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013
3568 - Complicidad
Obsérvame, que te hablo sin hablarte.
Puedo hacerlo en señal, símbolo, indicio,
extraídos de ti desde el inicio
de nuestra relación; es casi un arte.
Y me habrás de entender, pues de tu parte
se ha producido idéntico ejercicio.
Mediante tal lenguaje te acaricio
sin que lleguen mis manos a tocarte
Nos cerque escaso grupo o muchedumbre,
nadie obtendrá un auténtico vislumbre
de nuestros intercambios a distancia.
La palabra no es ya tan expresiva.
Este idioma callado me cautiva
con su precisa, intensa resonancia.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013
3569 - Condescendencia
No desciendo hacia ti, sólo me allego
para explorar y comprender tu estado.
En línea recta vengo, pues tu lado
se nivela conmigo, y a él me apego.
Traigo la mano abierta, con el ruego
de que la aceptes, sin quedar atado
a condición de siervo o de invitado,
pues de amigo y hermano te la entrego.
Tu problema es desde ahora mi problema,
si algo te abrasa, a mí también me quema,
y lo que te congela me entumece.
Vengo a ti, no desciendo, camarada,
en magnanimidad, que mi llegada
a los dos, no a ti solo, fortalece.
Los Angeles, 20 de noviembre de 2013