Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos LXXII

Índice

Sonetos:
Abadía Abalanzarse Abandono Abatido Abolengo Aborrecer Aborto Abrazo
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Breverías

3181
Joven es quien no ha sido aún desvelado por galopante adversidad blandiendo su mazo destructor sobre la puerta. Si oye el fragor, despertará cercado de siniestros espectros, extinguiendo la luz dorada de una edad ya muerta.

3182
Escribo mis poemas, y así quedan, sin corrección, retoque, limadura; testigos son de mágicos instantes. ¿Quién altera retratos que se heredan? Reflejen lo que vieron en su pura, cándida sencillez de horas distantes.

3183
La novela, y la historia, a su manera, describen episodios de otras vidas. La poesía, en cambio, se apodera de pensamientos, júbilos, heridas, que vivió el propio autor, y recupera.

3184
No te preocupen hoy, ayer, mañana; vive tu vida instante por instante, ajeno a admonición o consecuencia. No será más feliz quien más se afana, ni cuanto se te anuncia fulminante habrá de suceder en tu existencia.

3185
Lo que escribe el poeta, sus pesares, gozos, victorias, desesperaciones, quedan bajo sus letras sepultados. El lector ve sus propios avatares, sus propios fallos, triunfos, aflicciones, ve sus mismos amores reflejados.

Sonetos

3626 - Abadía
“Ora et labora”. (Regla de San Benito para las abadías)
El rezo y el trabajo, ambos hermanos, guíen tu acción y colmen cada hora; ambos plegaria son, y no aminora el rezo de la lengua al de las manos. Iglesia, hogar, taller, tiempos lejanos sin reloj, ni ambición, mas que atesora la erudita inventiva creadora de clásicos gentiles y cristianos. Su biblioteca, mágica colmena de amanuenses cuya épica faena rescató una cultura moribunda. Y a golpe de campana, día a día, cada monje, en silencio, resolvía su propia vida en humildad profunda.
Los Angeles, 16 de diciembre de 2013
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3627 - Abalanzarse
Me miras, y te observo; mas ignoro si vendrás hacia mí, o en tu callado, visual lenguaje, habré sido invitado al mismo avance que al mirar imploro. ¿Hasta dónde tu oferta, o tu decoro? ¿Está, quizá, tu acceso limitado? ¿Qué tramo hay de admitido a desdeñado, y cómo progresar sin deterioro? ¿Te asustaré, tal vez, si me abalanzo? Y si hacia ti en morosidad avanzo, ¿lo considerarás apocamiento? Tal arsenal de tácticas y argucias, e ignoro si me frenas o me acucias. Clarifica, mujer, tu propio intento.
Los Angeles, 16 de diciembre de 2013
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3628 - Abandono
Tan hambrientos de amor tus ojos tristes, y a tu temprana edad siervo del miedo. Tiendo hacia ti, bajo el arbusto, un dedo, y aun a tal gesto amable te resistes. Intentas acercarte, mas desistes; ligera, levemente retrocedo, y avanzas algo más; al fin procedo a rozar tu cabeza, y ahora insistes. Mi oferta de caricia ya aceptada, la valla del recelo superada, entre ambos se ha fraguado ya el contacto. Cachorrito en maltrato y abandono, te adopto como mío, y envisiono entre los dos irreversible pacto.
Los Angeles, 16 de diciembre de 2013
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3629 - Abatido
¿Y qué si al olmo lo derriba el viento, o el seísmo derruye la atalaya? ¿Y qué si al fin tu corazón desmaya, cayendo sobre ti el abatimiento? Vivimos en un mundo turbulento, mas no definitivo; quien no ensaya, nunca podrá cruzar la última raya, y quedará abatido, en vencimiento. No es problema caer; si se tropieza es porque se camina con firmeza, y esto implica de pronto levantarse. El dolor que no mata, fortalece. Y sólo quien lo intenta, prevalece sin desesperación, sin apagarse.
Los Angeles, 16 de diciembre de 2013
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3630 - Abolengo
Muestra orgullo de tus antecesores, no ya de quienes fueron, de su gesta. Si nominal, la estirpe es una orquesta sin otros instrumentos que tambores. Requiere el abolengo otros factores, mérito, acción, ya indómita o modesta, cualquier despliegue en que se manifiesta diversidad de empeños y valores. La nobleza, sin obras, se deshoja; no hay sangre azul, toda la sangre es roja, y alardear de puro nombre es necio. Tu escudo de armas, símbolos, blasones, si no los ganas tú, son ilusiones que sólo te hacen digno de desprecio.
Los Angeles, 16 de diciembre de 2013
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3631 - Aborrecer
Sólo el hombre perfecto no aborrece personas, cosas, actos o lugares, ni podrá, por sus rasgos ejemplares, a sí mismo execrar; no lo merece. Tú y yo solos, y quien se nos parece en cuanto a imperfección, aunque dispares, sabremos detestar vicios vulgares y virtudes de quien nos enfurece. El aborrecimiento es injusticia hecha a otro ser humano, es la caricia otorgada en la punta de un puñal. Y no reconocemos que la herida que intentamos causar, es infligida al mismo tiempo a quien provoca el mal.
Los Angeles, 17 de diciembre de 2013
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3632 - Aborto
El niño que no fue tal vez persiga tus prolongadas noches en desvelo; te llamará su voz de terciopelo, reclamando en susurro una cantiga. No viene de la cuna, no te obliga a abandonar el lecho. Por el suelo no hay juguetes dispersos, y en el cielo un ángel más sonríe y no te hostiga. Desde allí te vislumbra, te comprende, amándote a su modo. No reprende ni tu debilidad ni tus acciones. Sólo desearía que en tu sueño suavizaras la arruga de ese ceño que parece amargar tus emociones.
Los Angeles, 17 de diciembre de 2013
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3633 - Abrazo
Tiene el calor y la estrechez del nido en que a la vida la calandria invoca; es promesa de amor, que desemboca en el mar interior, y en la libido y acción de gracias por lo ya venido, y cuanto ha de ocurrir, pues que convoca pasados y futuros, y provoca un hoy intemporal, puro estallido. Eufórico eslabón de la cadena que une, mas ni esclaviza ni condena, aun encerrando en íntima prisión. Ven, enlaza los tuyos en mis brazos, para que no se quiebren en pedazos las esperanzas de hoy, y su ilusión.
Los Angeles, 17 de diciembre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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