1002 - No sabría morirme
No sabría morirme si quisiera,
aunque en tantos crepúsculos he muerto;
no se aprende a morir, ni a cielo abierto,
ni al fondo de la propia madriguera.
No es hermana la muerte, es forastera
que no quiere jugar al descubierto;
la solitaria dársena del puerto
ignora cuándo arriba la galera.
Se muere en repetidas ocasiones,
con justificación o sin razones,
tristes nos malogramos y morimos
de desencanto, falsedad, temores,
y esas son de las muertes las peores,
porque aún siendo cadáveres, vivimos.
Los Angeles, 1 de enero de 2004