1346 - Liberación
Me pesa el alma de llevarla a cuestas,
como la cruz pesara al Nazareno;
hallaste en ella albergue, hija del trueno,
profusa en voces, mísera en respuestas.
En la noche sin luz, te manifiestas,
lámpara tenue, en el paisaje lleno
de sombras y temores. Te condeno
por la ambigua tibieza que me prestas.
Se quiebran mis rodillas con tu carga
sobre esta senda inútil que se alarga
indefinidamente y sin sentido.
Hoy voy a liberarme. Me sacudo
de una vez este lastre, corto el nudo,
te beso en la mejilla, y me despido.
Los Angeles, 20 de septiembre de 2005