1434 - Inspiración
Sediento de palabras, me despierto
a esta joven, sonora primavera
que acaba de nacerme en la frontera
de un silencio con sesgo de concierto.
Me reconozco errático, inexperto,
incapaz de escribir lo que quisiera,
como si una fatídica tijera
me cortara las alas. Reconvierto
a mi estado anterior, en la pesquisa
de aquella luz vital, de aquella brisa,
de aquel impulso reventando en canto.
Y entiendo al fin que la palabra emana,
no de la externa circunstancia vana,
sino de mi alegría y de mi llanto.
Los Angeles, 22 de marzo de 2006