1543 - Cuánto perdido
Fui desnudado por tus ojos antes
de intentarlo solícita tu mano
a la sombra de abril del avellano,
en silencio y temblores apremiantes.
Éramos dos amigos, caminantes
de largas trayectorias; por el llano
se quebró la barrera, y al temprano
crepúsculo surgieron los amantes.
Aún hoy me azota el pertinaz lamento
de que mi decisión, mi atrevimiento
no hubieran germinado años atrás.
Tan claro en tu mirada era el lenguaje…
Cuánto perdido en el peregrinaje
por las sendas inciertas del quizás.
Los Angeles, 20 de agosto de 2006