1576 - Posesión
Aunque te has dado a mí, no te poseo;
amantes somos tridimensionales
cuyas interacciones corporales
son de límite a límite. Te leo
como si fueras libro abierto; veo
el cobijo ofrecido en tus umbrales,
oigo batir de trombas y atabales
al fiero despertar de tu deseo.
Y mi tacto resbala sobre el tuyo,
un vínculo tal vez; no me diluyo
en tu propia entidad, ni tú en la mía.
La posesión no es sólo acoplamiento;
sólo dos exhalando el mismo aliento
en un cuerpo y un alma lo sería.
Los Angeles, 26 de octubre de 2006