158 - Al menos
No he venido al azar, vengo a buscarte,
mas no me interpondré entre tí y tu esposa;
sólo un momento, al deshojar mi rosa,
querré de su regazo arrebatarte.
Condenada la mente está a pensarte,
y el corazón sin tí jamás reposa;
y esta carne febril, voluptuosa,
se ha de morir si no logro abrazarte.
No he de desarraigarte de tu estado,
que es una vida entera que te ha dado,
y para tí no soy más que un suceso.
Toda una oferta soy, dame una noche,
que al alba partiré sin un reproche;
mas si esto es mucho, al menos dame un beso.
Los Angeles, 18 de febrero de 1999