1588 - Vuelo
Resuelto hilvanaré plumas y cera,
Dédalo en fuga de mi laberinto;
se me ha quedado estrecho este recinto,
y por volar el alma desespera.
Qué ancho mar entre mi isla y tu ribera,
tu paisaje del mío, qué distinto,
allí el clavel, la orquídea y el jacinto,
aquí el ladrillo, el yeso y la madera.
Las cosas ordinarias, repulsivas,
parecen carecer de alternativas,
y se aceptan, se sufren, nos invaden.
Dos alas hoy a fabricar empiezo
que me arranquen del tedio, del bostezo,
y a tu radiante orilla me trasladen.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2006