Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1610 - Yo nací para andar
Tuve una vez raíces tan ligeras que se me hicieron pies; árbol andante de cien brazos abiertos a la amante clavada en melancólicas esperas. El árbol quieto, de ansias prisioneras en sus hondas raíces, ve delante la misma panorámica asfixiante, y es su destino pábulo de hogueras. No quise estar; lo inalterable pesa, y al fin es lápida glacial que apresa los giros del espíritu, su vuelo. Yo nací para andar, para el abrazo, no para vegetar, y de un hachazo ser abatido, inerte, sobre el suelo.
Los Angeles, 5 de enero de 2007
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