1612 - Irresoluto
Era un hombre tan solo como el viento,
nómada de planicies, de ciudades,
semejantes aullidos, brusquedades,
idénticos retozos, mismo intento
de envolver, de agitar. Su atrevimiento
no iba a la par de sus actividades;
era, más bien, proyectos, ansiedades,
ineptos más allá del pensamiento.
Era un hombre de pura teoría,
que todo, o casi todo lo sabía,
casi todo, menos la ejecución,
ese punto final, remate, estoque
que abate al toro, prodigioso toque
que subyuga al dormirse la razón.
Los Angeles, 6 de enero de 2007