162 - II - Gipsy recibe a Lusy
He atravesado a nado el manso río
que marca de la vida la frontera,
y al punto de pisar la otra ribera
mi cuerpo ha recobrado nuevo brío.
Sobre la fresca hierba y el rocío
se respira perenne primavera,
y una recién hallada compañera
trota incesantemente al lado mío.
Gipsy durmió el postrero de los sueños
hace tres años ya, pero en sus dueños
no se han cerrado aún las cicatrices.
No nos lloréis, que no nos hemos ido.
Siempre en la noche oiréis nuestro ladrido,
y sabréis que las dos somos felices.
Los Angeles, 8 de marzo de 1999