1784 - Frontal avance
Se me han perdido ya todos los miedos,
no me quedan desvelos ni temblores;
he vuelto a mis trabajos y sudores
por los surcos de mies, por los viñedos.
Tantos preceptos, estatutos, credos,
se hicieron plomo, alarmas y rigores,
que los obliteré, y hoy ruiseñores
cantan por ti en las puntas de mis dedos.
Llevo el sabor y aroma de tu tacto
carnal y místico, que cada impacto
de tu alma y de tu piel me dejó impreso.
No temo ya a la vida ni a la muerte,
ni me amenaza el riesgo de perderte:
Nuestro avance es frontal, sin retroceso.
Los Angeles, 12 de diciembre de 2007