1788 - Distante
Eres áspero abrazo, distraído,
te adosas como un árbol contra el pecho,
sin flexibilidad; bailas, te estrecho,
y no soy posesor ni poseído.
Magnético el entorno, la libido
es pantera en la sombra y al acecho,
voraz visión de desnudez en lecho
liberando el instinto reprimido.
Frío, mecánico tu movimiento,
marcha de autómata más que hoja al viento,
cuerpo allegado a mí, pero alma ausente.
Si fueras mármol que la muerte evoca,
yo tendría la estatua, y a otra boca
besaría tu espíritu yacente.
Los Angeles, 14 de diciembre de 2007