1810 - Río de vida
Veo tu mutación de instante a instante,
río de vida que jamás detiene
su inevitable dirección, que viene,
se queda y va, asentado y trashumante.
Siempre distinta, siempre semejante,
te conocí y al punto sobreviene
alguien que no eras tú, mas que deviene
otra tú, tan vivaz, tan fascinante.
Eres renovación y permanencia,
múltiple y una; cada diferencia
añade sin perder, y yo incorporo
todas tus formas a mi galería.
Las miro todas, y una sinfonía
revienta en miles de instrumentos de oro.
Los Angeles, 16 de enero de 2008