1828 - Desnudándote
A medida que en gozo te desnudo,
como abriera el vergel que nunca he visto,
me informa el alma de que reconquisto
tierras que detenté. Por cada nudo
que hoy desenlazo, cada tenue escudo
que a los pies se desploma, te revisto
de nuevos atavíos, y equidisto
entre el hombre que ve y el hombre mudo.
Todo en silencio desasosegado,
todo en contemplación de alucinado
que apenas asimila lo que ve.
Y al fin desnuda, sólo revestida
de voluptuosidad, Venus erguida
sin más peana que su propio pie.
Los Angeles, 14 de febrero de 2008