1835 - Esas calles
Me pregunto: Las calles que transitas,
cartera en mano, en trámites de empresa,
por las que un mundo extraño se atraviesa,
con el que tantas horas cohabitas;
esas calles, ya ingenuas, ya malditas,
que llamas tuyas, porque se regresa
siempre a lo poseído, y es en esa
posesión que tus sueños ejercitas;
¿son tuyas esas calles que caminas,
o tú les perteneces, y te obstinas
en pensar que eres dueña y en control?
Son tan pocas las cosas que sabemos,
tan poco el poderío que tenemos…,
somos luciérnagas de cara al sol.
Los Angeles, 5 de marzo de 2008