1885 - Confluencia
Ella le vio al pasar, como se mira
el libro ya leído, o el paisaje
por el que un día fuimos de viaje,
algo que estimuló, mas ya no inspira.
Él la observó en profundidad, sin ira,
como quien no ha abdicado su bagaje
de afectos, pero ve en el andamiaje
del pasado artificio de mentira.
Y así dos rostros en la turba hundidos
se cruzan como dos desconocidos,
en ausencia de gestos y reproches,
negándose a sí mismos la ventura
de seguir evocando la locura
que ambos elaboraron tantas noches.
Los Angeles, 16 de junio de 2008