1887 - Mishka
Miro el mundo en los ojos de mi gata,
círculos luminosos, a la espera
de no sé qué misterios. ¡Quién me diera
irrumpir cuando el iris se dilata!
Floto en su umbral; mi rostro se retrata
en la oscura pupila. Si pudiera
llegar a su raíz, quizá entendiera
cada enigma que al fondo se recata.
Los gatos negros se han retransmitido
de siglo en siglo símbolo y sentido
del engranaje y ley del universo.
Se oculta en su actitud de indiferencia
un carácter de escasa transparencia,
a la vez carismático y perverso.
Los Angeles, 17 de junio de 2008