1892 - Nueva vida
Estoy abriendo todas mis ventanas
a la luz, a la brisa, a la frescura
de esta nueva estación que se apresura
desatendiendo ayeres y mañanas.
Derretidas las nieves, o lejanas,
desvanecida la última amargura,
disueltos ya promesa y ligadura,
regresan hoy al vuelo las campanas.
Entre el sol, entre el aire en mi recinto,
que siendo idéntico, será distinto
de lo que fue; quedó remodelado.
Idos frío, penumbra y abandono,
respiro nueva vida, me apasiono,
y germinan orquídeas a mi lado.
Los Angeles, 20 de junio de 2008