1959 - Múltiple muerte
¿Cuántas muertes el hombre enamorado
debe sufrir, distante y sin motivo?
¿Qué grito, terminal y convulsivo,
quebrará su garganta? Desangrado,
sobre la estepa, lejos de poblado,
en la hora estrecha de saberse vivo,
verá el golpe de mazo, decisivo,
que abatirá su espíritu agotado.
Pero no será el fin, pues cada muerte,
más que un último instante que liberte
mente y alma de idea y sentimiento,
será recomenzar nueva agonía,
muriéndose de gris melancolía,
y asesinado de abandonamiento.
Los Angeles, 24 de septiembre de 2008