1961 - Su mirada
Oigo el recio clamor de su mirada,
llamándome insistente desde lejos,
a todos invisible, como espejos
que no reflejan, al mirarnos, nada.
Sólo yo puedo ver la iluminada
imagen de mí mismo en sus reflejos;
aún me mira en directo, sin complejos
con agresividad de doble espada.
Como quien sabe lo que quiere, mira,
percepción integral, y no retira
sus ojos, enraizados en la mente.
Así la vi y la veo todavía,
mujer que en desnudez me desafía,
pide, se entrega, y nunca se arrepiente.
Los Angeles, 24 de septiembre de 2008