1998 - Nacer para morir
Me refugio en la lluvia; nadie vea
la humedad de mis ojos. Tal vez cante
para mejor fingir. Es asfixiante
este escombro que el alma me bloquea.
Me oprime la garganta, me golpea
con invisible puño fulminante;
he perdido tu voz, y en este instante
un silencio de acero me rodea.
Escombro es hoy, tras imprevista ruina,
lo que ayer fue castillo en la colina,
donde se realizaron mis quimeras.
Nacer para morir, trágica suerte.
O tal vez duermo, y cuando al fin despierte
veré que no te has ido, que me esperas.
Los Angeles, 8 de diciembre de 2008