202 - Marta
“Marta, Marta, tú te inquietas y te
turbas por muchas cosas;
pero pocas son necesarias, o más bien
una sola. María ha escogido la mejor parte,
que no le será arrebatada”.
(Lucas 10: 41-42)
- ¿No ves, Señor, que toda la mañana
de mis ocupaciones soy cautiva,
mientras embelesada e inactiva
yace a tus pies sin ayudar mi hermana?
- Marta, Marta, la vida cotidiana,
con sus quehaceres, resta perspectiva;
de tantas cosas el trajín le priva
a quien en vez de amar, sólo se afana...
Tanta vida se va dilapidada
en marcha insustancial, precipitada,
sin disfrutar la magia del momento.
Retarda el paso, seca los sudores,
y aspira el dulce aroma de las flores,
que va más lejos quien camina lento.
Los Angeles, 16 de mayo de 1999