205 - Alto y bajo
En la montaña rusa de su vida
se transformó en suspiros el estruendo.
Qué lentitud hacia la cima yendo,
qué rápida y profunda la caída.
Brazos en alto, en blanquiazul subida,
aspira a cielo y nubes sonriendo;
y en súbito descenso va temiendo
desplomarse en la tierra malherida.
Yo otra montaña rusa he descubierto,
en que mi mano lleva el toque experto
a las erectas puntas de sus altos.
Y desciende hasta las profundidades
despertando las sensibilidades
que la cubren la piel de sobresaltos.
Los Angeles, 19 de mayo de 1999