2107 - Arbol
Descortézame el árbol, ya crecido
más de lo anticipado; que, desnudo,
se le adelgace el tronco. ¿Cómo pudo
dilatársele un talle tan ceñido?
Desbordante su cúpula, vestido
de rígido vigor, es más escudo
frente a embestida hostil, o ángulo agudo,
que velo en el ramaje entretejido.
Flexible fue, y esbelta gentileza,
mas, dura y arrugada la corteza,
es roqueña aridez que al tacto hiere.
De no restablecer su antiguo estado,
que lo consuma el fuego, desmembrado,
y muera al fin, como el amor se muere.
Oviedo, 27 de mayo de 2009