2133 - A ti esperaba
A ti esperaba, en duda de quimeras;
me hablaron de verdades luminosas,
de fe, de amor, de piel, de tantas cosas
dispersas más allá de mis fronteras;
como si un clan de prófugas palmeras,
de suaves mármoles, de eternas rosas,
habitara remotas nebulosas
o el interior de huecas cordilleras.
Tan bello todo, tan inexistente
como los cuentos de hadas, que la mente
rechaza al escapar de la niñez.
Pero llegaste, se abatió el tinglado
de mi incredulidad, y alborozado
solemnizo este amor de madurez.
Los Angeles, 5 de julio de 2009