2140 - Nada (III)
Del todo hacia la nada es un sendero
directo, estrecho, sin bifurcaciones,
por el que suelen ir las ilusiones,
de la fragante rosa al pudridero.
Viene el amor, y el mundo es monedero
de piezas de oro y plata, de balcones
desbordantes de orquídeas, de rincones
plenos de luz, de acentos de bolero.
Pero el camino agota, arideciendo,
la esplendidez de ayer, que en el estruendo
de alborotos banales se ha de hundir.
Se tiene todo cuando a amar se empieza;
excepto la inequívoca certeza
de que el amor también sabe morir.
Los Angeles, 13 de julio de 2009