2159 - Ineficaz presagio
Suspendida en la voz de la memoria,
como bulbosa lámpara apagada,
estás, pero no estás, encrucijada
de lo que fue y ya no es, sombra de gloria.
A los días ornados de victoria,
de palabra frontal, galvanizada,
sucedió la hora gris, desalentada,
de ancho silencio o lengua vejatoria.
Aun en excelsitud, vértice o cima
puede observarse a nuestros pies la sima
hacia donde el despeño es contingencia.
Tal vez el alma ve, pero no llega
a calibrar el fin, o se lo niega,
ya por ingenuidad o negligencia.
Los Angeles, 2 de agosto de 2009