2171 - Sueños (II)
Alma de niño tengo y no reniego
de la espiral de sueños que porfía
danzando en torno a mí; prescindiría
más bien de ver, de tráfago o sosiego.
Los sueños son el mar en que navego
dentro de mí, y en esta travesía
el mundo externo es mera compañía
de la que fácilmente me despego.
No me preocupa origen ni objetivo,
ni cuál sea el efecto o el motivo,
sólo soñar, soñar, acción y senda.
Sé que algún día me veré despierto,
vacío y solo; mas, por hoy, lo cierto
no es ganar o perder, es la contienda.
Los Angeles, 15 de agosto de 2009