2210 - Tacto sutil
En las manos del hombre se amotina
vigor abrupto en pulso de tormenta,
maniobrando en función de la herramienta
que hurga en la carne, que en la piel termina.
Soy el alma detrás de esa cortina,
blanda o voraz, serena o turbulenta,
gama trascendental que transparenta
el diáfano cristal de mi retina.
Quien se asome al brocal y no lo vea,
carece de ese abrazo que rastrea
cada íntimo sendero que a mí enfila.
Tú, la de blancas manos, la del tacto
sutil, conocedor, lento y exacto,
ven y adéntrate en mí…por la pupila.
Los Angeles, 21 de septiembre de 2009