2249 - De la mano
Todavía te llevo de la mano
por cada típica calleja oscura
del Barrio Gótico; en cada moldura
de la piedra tallada, en cada anciano
relieve sobre el muro, un artesano
dejó su identidad, su signatura;
un hombre, quizá mezcla de locura
y sensatez, genuino ser humano.
Y tal vez recorrió esta misma calle
a medio terminar, prendido al talle
de la mujer amada, que perdió.
Y regresó más tarde, convencido
de que el triste revés sobrevenido,
no fue más que un mal sueño. Como yo.
Los Angeles, 11 de noviembre de 2009