2255 - Internamiento
La piel es en tus manos terciopelo
resbalando en la brasa de la mía,
me desmorona a golpes de agonía,
tan delicadamente, gozo y duelo.
Gozo de ser laúd o violoncelo
respondiendo a tu tacto en melodía;
aflicción, o tal vez melancolía,
de no ser horadado mi subsuelo.
Crecer debiera tu sedosa mano
benigno bisturí de cirujano
en cada dedo, o garra de pantera,
abrirme el pecho a cortes o zarpazos,
e introduciendo en la oquedad tus brazos,
atenazarme el alma hasta que muera.
Los Angeles, 13 de noviembre de 2009