2302 - Al paso, al trote, al galope
Mano inexperta en otra piel, ignora
no sólo paradero, mas camino;
es ciego ante la rosa, o campesino
que intrincada metrópolis explora.
Le falta orientación, no se demora
en puntos de interés; es el marino
rasgando el mar sin brújula y sin tino,
huésped que fina exquisitez devora.
Te brindo un tacto en lentitud de arado
que altera en cada surco su trazado
según la condición de las parcelas.
Y te ofrezco un corcel: Llévale al paso
si en calma estás, o al trote; mas si acaso
te urge llegar, aprieta las espuelas.
Los Angeles, 6 de enero de 2010