2305 - Su inocencia
Me ofreció su inocencia; era tan pura
como orquídea en abril recién nacida.
En el conocimiento de la vida
no podría aprobar la asignatura.
Sombra de niña al rostro, su figura
era todo mujer; si introvertida,
anhelante de hallar una salida
a su imprevista urgencia de aventura.
Parecía, a mi acento sugerente,
haber desembocado de repente
en fervor de inmediata madurez.
Indagó, y expliqué; cada fragmento
de aclaración le fue un adiestramiento.
Y honré su oferta…, una y otra vez.
Los Angeles, 10 de enero de 2010