2356 - Renacimiento
Voy a quebrar los lúgubres candados
con que blindé mi espíritu vencido,
silenciar la trastienda del gemido,
recuperar el plan de mis cuidados.
Nuevos propósitos serán forjados
a base de oro y fuego, y un olvido
de acerado rigor será fundido
para labrar mis campos. Mis arados
abrirán nuevos surcos, nuevo trigo
en ellos brotará, sin que enemigo
vuelva a sembrar cizaña en esa mies.
Ah, mi heredad, abandonada, yerta;
hoy resucitarás, tras estar muerta,
o acarrear la vida del revés.
Los Angeles, 19 de abril de 2010