2453 - Renaciendo a diario
Se extingue la canción, se apaga el día,
la noche enciende su papel de estrellas
y escribe en rasgos negros las querellas
del amante que espera todavía.
Enciende la mañana algarabía
de rumores, fragancias y doncellas
poblándonos la piel, mas en las huellas
que imprimiera el ayer no hay alegría.
El gozo arranca de esta nueva aurora,
es el recién nacido que avizora
lo que despertará, no lo dormido.
El amante que espera, ya no vive.
Es cadáver rodando en el declive
de una vida fantasma, sin sentido.
Los Angeles, 13 de septiembre de 2010