2457 - Cercana o distante
Si el roce de las yemas de sus dedos
despierta y estrenece mi energía,
mi alma es el arpa cuya melodía
brota de su destreza. Si los miedos
que pueden acosarme, o los enredos
de la vida, socavan mi alegría,
su palabra sutil los desafía,
blanca espuma arrollando los roquedos.
Y si en escuálida cabalgadura
en torno a mí galopa en noche oscura
espectro sepulcral de soledad,
su doble abrazo irrumpirá en la estancia
como ángel que franquea la distancia,
ahogando en esperanza mi ansiedad.
Los Angeles, 20 de septiembre de 2010