2657 - Amazona gentil
Aplasto sobre ti cada arrebato
que me quiebra la piel; si hondos y ciegos,
capaces de surgir, encender fuegos,
y tocar las campanas a rebato.
Cuanto más me atareo, más dilato
mi insaciabilidad. Inicio juegos,
delineo tácticas, comparto ruegos,
me sumerjo, y al fin me desbarato.
Ah, mujer, que me abrazas, me recibes,
me hostigas, y no hay agua en tus aljibes
que extingan esta fiebre intermitente.
Amazona gentil, y desenvuelta,
que cuanto logras me lo das de vuelta,
sin apocarte de mirar de frente.
Los Angeles, 8 de junio de 2011